Irán asumió este lunes el control de la central nuclear civil de Bushehr (sur), 37 años después del inicio de su construcción, en medio de la crisis con Occidente por su programa atómico.
"Tras 37 años de espera (...) un equipo de ingenieros iraníes asume hoy (lunes) el control de las operaciones" en Bushehr, dijo Ali Akbar Salehi, jefe de la Organización iraní de la Energía Atómica (OIEA), a la televisión pública.
En una ceremonia en Bushehr, Rusia e Irán firmaron un contrato que otorga a los ingenieros iraníes la gestión por dos años de la única central nuclear civil del país, precisó la agencia Isna.
El proyecto fue lanzado en 1974 por el alemán Siemens, que rechazó proseguir los trabajos tras la revolución islámica de 1979.
Estos fueron interrumpidos durante la guerra Irán-Irak (1980-88) antes de que Moscú prosiguiera con la construcción de la central en 1995.
Múltiples incidentes técnicos han ido atrasando su entrada en funciones. Algunos responsables iraníes han acusado, no obstante, a Moscú de sucumbir a las presiones de Estados Unidos, que ha tratado en vano de impedir la realización del proyecto.
El programa nuclear iraní ha provocado una crisis con las grandes potencias occidentales. Estas sospechan que Teherán busca dotarse con el arma atómica con su programa de enriquecimiento de uranio, lo que las autoridades iraníes rechazan.
La central, cuya actividad está supervisada por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), no estará totalmente bajo control iraní hasta 2015.
"Hay una garantía de de dos años, durante los cuales habrá expertos rusos", precisó Salehi.
"Si durante este periodo hay algún problema, el constructor ruso tendrá que solucionarlos", explicó.
Bushehr fue construido por la Agencia Federal Rusa de la Energía Atómica (Rosatom). La compañía iraní de producción y desarrollo de energía atómica, que depende de la OIEA, estará a cargo de su gestión.
Los rusos se han comprometido a proporcionar el combustible de la central durante 10 años y a recuperar el combustible usado.
Según los observadores extranjeros, los iraníes otorgan una gran importancia a este control, que muestra su capacidad de esta tecnología nuclear civil, para no tener que depender del exterior.
Pero los occidentales y los países vecinos están preocupados, sobre todo después del accidente nuclear de Fukushima en marzo de 2011, de la fiabilidad de esta central nuclear, construida en zona sísmica, que está más cerca de los países del Golfo que de Teherán.
Irán, que quiere producir con el tiempo 20.000 megavatios de electricidad de origen nuclear, pretende ampliar su parque nuclear civil con la construcción, también por Rusia, de una segunda central nuclear de 1.000 megawatios en Bushehr.