“Si, por ejemplo, hoy lunes pronostican que el miércoles lloverá, no trabajamos dos días. Y el miércoles no llueve. Eso redunda en una merma del 70 u 80% de los clientes”, reclamó Atilio Krenn, presidente de la cámara Cámara Argentina de Lavaderos Automáticos y Manuales de Automotores (Calama).
La polémica comenzó con una carta de Calama en el correo de lectores del diario Clarín y que luego fue respondida por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Krenn sostuvo que el costo de cada lavado es de unos $12 y añadió que, por el alto valor, el cliente “se fija mucho en el pronóstico” antes de llevar su vehículo a uno de los 400 comercios en la capital.
El estado del tiempo es uno de los temas de diálogo favoritos entre los argentinos, que muchas veces se mofan de los supuestos desaciertos del SMN y cargan con el estigma folclórico de que, cuando lavan el auto, al día siguiente llueve.
El SMN dice que en los últimos años la tasa de aciertos fue de 85% y que el 2012 fue uno de los años más lluviosos de las últimas décadas.