El primer hecho ocurrió en una planta de fabricación de sandalias de plástico en Lahore, ciudad de 10 millones de habitantes del este de Pakistán, y provocó 21 muertos. El segundo afectó una fábrica textil de Karachi.
“Hasta ahora, los socorristas han recuperado 281 cadáveres. Los equipos siguen trabajando y tememos que haya otras víctimas”, declaró Iqbal Mehmood, jefe de la Policía de Karachi.
“Los bomberos encontraron decenas de cadáveres en una gran pieza en el sótano de la fábrica”, señaló Ehtesham Salim, jefe de bomberos de local, que precisó que los trabajadores murieron asfixiados antes que sus cuerpos se carbonizaran.
La causa de la catástrofe en Karachi se desconoce aún pero es común en Pakistán, que las malas condiciones de trabajo e inseguridad de algunas empresas explicarían la alta cifra de víctimas mientras se investiga lo ocurrido.