Ciudad del Vaticano. (AFP). Para la Iglesia católica, lo que está en juego con las crisis actuales en Oriente Medio es el futuro de los cristianos en la cuna de su religión, y el Vaticano busca evitar una emigración masiva de cristianos que daría una victoria a los islamistas.
Es "un viaje a una región que es teatro de cuestiones desafortunadamente negativas y peligrosas", comentó Giovanni Maria Vian, director del Osservatore Romano, el diario del Vaticano, en referencia al siguiente viaje del papa Benedicto XVI a Líbano.
Las amenazas islamistas llevaron desde el 2003, año de la intervención de Estados Unidos en Irak, a 550.000 cristianos a salir de este país. En toda la región la cifra estaría entre los 13 y 15 millones (sin contar a los 1,5 millones de inmigrantes cristianos en el Golfo), pero su porcentaje en la población global descendió mucho.
De Irak, Egipto, Palestina, por razones de seguridad, políticas o económicas, los cristianos emigran por decenas de miles. Hoy en día son los de Siria que, aunque no son el objetivo principal del conflicto, a veces son percibidos como cercanos al régimen de Bashar al Asad y huyen hacia Líbano, Jordania o Turquía.
Los cristianos de la región ven repetirse en Siria el escenario de Irak: en los dos casos bien tratados por los régimenes baasistas, en los dos casos empujados a emigrar por amenazas islamistas.
Constatan el ascenso de un Islam riguroso (salafista), salido de la península arábiga, donde el ejercicio de otros cultos no está tolerado.
La elección de Líbano por parte del Papa, hecha antes de la "Primavera Árabe", para restaurar la exhortación apostólica (mensaje) del Sínodo de 2010 sobre Oriente Medio no fue hecha por azar: es el único Estado de la región que inscribió el multiconfesionalismo en su Constitución.
No obstante, desde Líbano hasta Siria, los cristianos están dispersos en una veintena de Iglesias pequeñas y grandes. De ahí una probable llamada del Papa la unidad, ya que la unión hace la fuerza.
Tras la "Primavera árabe", ¿se extrapolará a Egipto, Túnez y otros lugares el modelo turco de islamismo conservador ilustrado o, al contrario, la visión salafista, intolerante del islam?
El sacerdote jesuita italiano Paolo Dall'Oglio, que fundó a 80 km al norte de Damasco una comunidad católica que dedicada al diálogo con los musulmanes, está muy nervioso por la reacción de la comunidad internacional, que, al no encontrar una alternativa a Bashar al Asad, hace el juego a los islamistas más radicales, en detrimento de los musulmanes moderados.
“Hay un riesgo de una expansión islamista incontrolable, desde Pakistán a Mali”, dijo. En un escenario de este tipo, el futuro de los cristianos se vería comprometido.
El padre Dall'Oglio considera que un modelo, el del "Estado-mosaico" de Oriente Medio está amenazado.
Lo que está en juego en Siria es un modelo de Estado laico y, por tanto, respetuoso de la diversidad, dice Mgr Béchara Rai, patriarca maronita libanés.
"A los occidentales que dicen que los cristianos apoyan el régimen sirio, yo les digo: los cristianos están con el Estado y no con el régimen. Hay una gran diferencia (...). Se preocupan por la estabilidad de su país, no por la del régimen", afirmó.