Nueva York. (AFP). La emprobrecida Haití, todavía recuperándose del terremoto de 2010, tiene ahora un millón más de personas que no pueden conseguir suficiente alimento debido a los estragos causados por el huracán Sandy, informó hoy la ONU.
El norte de Haití soportó una larga sequía este año y fue impactado por el huracán Isaac en agosto. Ahora hay temor que las cosechas recogidas en el sur del país hayan sido destruidas por el huracán Sandy.
"Con el sur golpeado ahora, enfrentaremos en el próximo par de meses problemas muy graves de malnutrición y de inseguridad alimentaria", dijo Johan Peleman, jefe de la oficina coordinadora de asistencia humanitaria de la ONU en Haití, en comentarios publicados este viernes en un sitio de Naciones Unidas.
La tormenta causó la muerte de más de 50 personas en Haití mientras avanzaba por el Caribe en su camino hacia una mortal y destructiva explosión en la costa este de Estados Unidos.
Los socorristas todavía están tratando de hacer una evaluación completa de los daños causados por el paso de Sandy por Haití. Por el momento se sabe que la tormenta destruyó, dañó o inundó las casas de hasta 20.000 personas, explicó Peleman.
El panorama sombrío llega cuando gran parte de la atención mundial se centra en las muertes y espectaculares daños causados por Sandy en Estados Unidos.
En Haití había todavía 350.000 personas viviendo en tiendas de campaña instaladas tras el terremoto de 2010. Habían sido evacuadas antes del paso de Sandy, pero la tormenta destruyó gran parte de las viviendas frágiles en esos campos, agregó el funcionario.
Entre otros problemas nuevos para el país más pobre del hemisferio occidental, Sandy dejó carreteras inutilizables, por lo que es difícil llegar hasta las personas necesitadas de ayuda, y los pozos de agua y sistemas de saneamiento deben ser drenados para prevenir el brote de enfermedades vinculadas con el agua, sobre todo el cólera.