Guatemala critica ‘poco’ avance en OEA de nueva estrategia antidrogas

Guatemala. AFP. El presidente de Guatemala, Otto Pérez, criticó hoy el “poco” avance de la OEA en la búsqueda de estrategias alternas a la guerra frontal contra el narcotráfico, por lo que insistirá en su propuesta de despenalización de la droga en el marco de la Asamblea General de la ONU.

“Poco, realmente se ha avanzado poco”, respondió Pérez a una consulta de la prensa sobre ese mandato dado a la Organización de Estados Americanos (OEA) en la Cumbre de las Américas celebrada en abril en Colombia, tras la polémica que desató la propuesta guatemalteca.

Pérez afirmó que aprovechará su visita a Naciones Unidas, en Nueva York, en setiembre próximo, “para tomar contacto con otros jefes de estado”, a fin de que “esto tenga un avance importante y que no sea un proceso que se quede ahí” con “poco avance” y “poco compromiso”.

“Los narcotraficantes siguen buscando ingeniosamente cualquier medio para seguir trasladando el producto (...), pretenden hacer de Guatemala un país productor y no lo vamos a permitir. Vamos a continuar en esta lucha y es necesario hacer esfuerzos por encontrar nuevas alternativas”, expresó el gobernante.

Pero al tiempo que impulsa un replanteamiento de la estrategia antidrogas, Pérez se reúne con las autoridades de Washington. El martes trató con el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Douglas Fraser, los resultados de las operaciones conjuntas en el Pacífico guatemalteco, en el marco de la llamada “Operación Martillo”.

“Nosotros mostramos nuestra mejor disposición de continuar en la lucha contra el narcotráfico, como lo hemos hecho hasta el momento (...) y a buscar también otras nuevas alternativas”, insistió.

En febrero pasado, apenas un mes después de asumir el poder, Pérez lanzó sorpresivamente una propuesta –sin detallar– tendiente a despenalizar las drogas, como medio de desalentar el tráfico ilegal y la violencia asociada a los carteles del narcotráfico.

El presidente guatemalteco argumenta que en más de 40 años la lucha frontal contra el narcotráfico, que impulsa Washington, “ha fracasado” pues se salda en la región con miles de muertos.

La iniciativa fue apoyada por su homóloga de Costa Rica, Laura Chinchilla.

Durante la Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Cartagena el 14 y 15 de abril pasados, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Colombia, Juan Manuel Santos, apoyaron el inicio de un debate sobre la despenalización de la droga, y la cumbre encargó a la OEA que lo instrumentara.

Meses después, el presidente de Uruguay, José Mujica, presentó un proyecto de ley al congreso para legalizar la producción y comercialización de la marihuana, para desactivar la violencia ligada al consumo de estupefacientes.

Varios expresidentes latinoamericanos, entre los que se encuentran el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el colombiano César Gaviria también ex Secretario General de la OEA y el mexicano Ernesto Zedillo, impulsan la despenalización de las drogas.

En entrevista, Gaviria dijo el pasado viernes que los países latinoamericanos víctimas del narcotráfico y la violencia que general difícilmente encontrarán soluciones si no hay un cambio en las políticas de Estados Unidos.

Centroamérica, que junto a México sirve de puente por donde pasa el 90% de la cocaína que consume Estados Unidos, es la región más violenta del mundo sin conflicto bélico, con una tasa de más de 30 homicidios por cada 100.000 habitantes, según un informe de la ONU de 2011.

En México, la ofensiva militar contra los carteles de la droga lanzada por el presidente Felipe Calderón ha dejado más de 50.000 muertos en cinco años.