Tampa, EE. UU. AP. La Convención Nacional Republicana de Mitt Romney se inauguró ayer con el golpe de un martillo ante un pequeño número de delegados, después que muchos de ellos postergaron su llegada debido al paso de la tormenta Isaac por el golfo de México.
El presidente del partido, Reince Priebus, dio el martillazo, mencionó las reglas de la convención, que requerían empezar a las 2 p. m. del lunes y de inmediato declaró la sesión en receso. Todo eso le llevó menos de dos minutos.
Luego instruyó a los delegados a que miraran dos relojes de deuda: uno refleja el nivel de la deuda nacional en la actualidad y el segundo mide cuánto aumenta esta durante el tiempo que dure la convención. Rápido alcanzó seis dígitos.
La Convención tomará velocidad máxima hoy, justo cuando Isaac pudiera haberse vuelto un huracán que azote alguna parte entre Misisipí y Nueva Orleans, según los meteorólogos.
“Nuestros hijos ya están en Tampa y dicen que la situación allá es estupenda, con muchos amigos excelentes y esperamos una convención magnífica”, dijo Romney en el auditorio de una secundaria de Nueva Hampshire mientras ensayaba el discurso que pronunciará en la convención.
El candidato presidencial republicano manifestó esperar que la gente que viva en los lugares donde la tormenta pueda pasar no sufra ningún daño importante, pero aclaró que no se tiene pensado cancelar la reunión en Tampa, donde las intensas lluvias de Isaac prácticamente habían terminado.
Tom Del Beccaro, delegado de California y presidente del Partido Republicano en ese estado, pronosticó que la demora de un día en comenzar con todos los eventos en pleno, llenará de energía el resto de la convención en la semana.
Sin embargo, Sally Bradshaw, republicana de Florida y asesora desde hace tiempo del exgobernador del estado Jeb Bush, no se mostró tan optimista.
“Hay desorden por todos lados y muchos riesgos”, afirmó.
La Convención Nacional deberá investir formalmente a Romney como aspirante a la Casa Blanca.