Por otra parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló ayer, citando fuentes obtenidas en el lugar, que “al menos 800 personas” murieron el martes durante actos de violencia intercomunitaria en Duekoue (oeste).
“Por lo menos 800 personas murieron en Duekoue el martes pasado. Informaciones sobre este asunto fueron reunidas por delegados del CICR que fueron al lugar del 31 de marzo al 1.° de abril”, precisó una portavoz del CICR en Ginebra, Dorothea Krimitsas.
“No hay duda de que en esta ciudad ocurrió algo de magnitud sobre lo que el CICR sigue reuniendo informaciones”, añadió.
Agregó que los delegados de la Cruz Roja vieron “una gran cantidad de cuerpos”.
“Todo parece indicar que se trata de actos de violencia intercomunitaria”, añadió la portavoz.
“No creo que Laurent Gbagbo sea capaz de resistir más tiempo, con todas las deserciones en sus filas. Tiene un instinto suicida, se metió en un callejón sin salida y está condenado a ser echado”, dijo Anne Ouloto, portavoz de Ouattara, presidente electo y reconocido por la comunidad internacional.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió ayer a Gbagbo, que ceda el poder a su adversario Ouattara, y llamó a la moderación a ambas partes, en Nairobi.
El secretario general advirtió también a “todos los que hayan cometido graves violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional que tendrán que rendir cuentas”.
EE. UU. instó ayer a la ONU y a Francia a tomar medidas para “proteger a los civiles e impedir los saqueos” en Costa de Marfil.
Washington pide a las “fuerzas de la ONU y a las tropas francesas que tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles e impedir los saqueos”, declaró Mark Toner, portavoz del departamento de Estado.
El lunes, las Fuerzas Republicanas, que controlaban el norte del país africano desde 2002, emprendieron una vasta ofensiva hacia el sur, para poner fin a la crisis surgida luego de la elección presidencial del 28 de noviembre.