Bogotá (AP). Un frente de las FARC reclamó la autoría del derrumbe esta semana de dos torres eléctricas y dijo que la acción se produjo porque la orden de cese al fuego del comando rebelde no alcanzó a llegar a su unidad y reclamó tanto a los medios de comunicación como a la vocería de la insurgencia mayor difusión de las decisiones.
“Las torres de energía derribadas el día 20 de noviembre se produjeron a causa que la orden de cese al fuego no alcanzó a llegar a la unidad guerrillera comprometida en estas acciones”, indicó el Frente 36 de las FARC en un comunicado divulgado hoy sábado en la página de Internet de la guerrilla.
El comunicado pidió a los medios de comunicación “dimensionar su compromiso por la paz” e informar en forma más sostenida las decisiones asumidas por los negociadores de la propia guerrilla y del gobierno colombiano.
“En este caso concreto faltó mayor difusión de la vocería guerrillera ordenando el cese al fuego, de tal manera que pudiese ser escuchada por todas las unidades guerrilleras y milicianas” , agregó la unidad rebelde en su comunicado fechado el 23 de noviembre desde las “Montañas de Colombia”.
La unidad rebelde, en su comunicado de cuatro puntos, aclaró que desde entonces cumple “estrictamente la orden emitida ” de cese al fuego.
El pasado miércoles el comandante de las fuerzas militares, general Alejandro Navas, se quejó porque dijo que las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) violaban el cese al fuego unilateral que ellos mismos anunciaron el 19 de noviembre a través de sus jefes negociadores en La Habana, donde desarrollan diálogos de paz con delegados del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
El jefe militar se refirió a que un ejemplo fue el derrumbe de las dos torres de energía en una zona del departamento de Antioquia, al noroeste del país.
Al anunciar desde Cuba el cese de hostilidades, que dijeron se extenderá del 20 de noviembre hasta el 20 de enero, Iván Márquez, segundo al mando de las FARC, dijo que los rebeldes detendrían en ese lapso sus operaciones ofensivas “contra la fuerza pública y los actos de sabotaje contra la infraestructura pública o privada”.
El comunicado de la jornada es inusual porque no sólo reconoce la autoría de un ataque a la infraestructura, lo que escasamente ocurre, sino que además reclama mayor difusión sobre los diálogos de paz a los medios colombianos, que con frecuencia critican, y también mayor comunicación de la vocería insurgente, en una guerrilla conocida por monolítico discurso y pronunciamientos.
Carlos Lozano, editor del semanario Voz, del Partido Comunista colombiano y quien ha entrevistado a Márquez en Cuba, dijo en diálogo telefónico que no encontraba nada extraño en el pronunciamiento del Frente 36 más allá de reclamar mayor difusión de las decisiones.
Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia, dedicada al estudio del conflicto armado interno, dijo que el comunicado del Frente 36 podía tener varias lecturas o hipótesis, entre ellas que “estén reclamando que no hay comunicación. Y de ahí a no aceptar los mandatos podría no haber mucho” o que surja eventualmente alguna desobediencia de algún frente.
También, agregó Rangel, pudo obedecer a que en la mesa los negociadores oficiales pidieron a los delegados rebeldes aclarar el tema de las acciones armadas surgidas tras el anuncio del cese.
Al ser consultado esta semana si el derrumbe de las torres pudo ser obra de unidades que o no acataron la orden de la jefatura rebelde o son de algún grupo disidente, el general Navas sólo dijo a reporteros que no tenía en ese momento la información sobre el caso y si a algunas unidades de las FARC se han salido de las manos a sus altos mandos.
Santos ha dicho que la fuerza pública no cesará sus acciones en contra de la insurgencia -que según datos de organismos de inteligencia oficiales cuenta con al menos 70 frentes y entre 8.000 a 9.000 integrantes- porque su objetivo es detener el enfrentamiento de forma definitiva a través de la negociación, que ha dicho espera llegue a buen puerto.