Base de Nijrab, Afganistán. AFP. El presidente francés, François Hollande, hizo ayer una sorpresiva visita a Afganistán, para explicar a sus soldados las razones por las que quiere anticipar su retirada de ese país tras diez años de guerra y dos antes que el resto de la OTAN.
Hollande confirmó que las tropas combatientes, unos 2.000 de los 3.550 militares presentes actualmente en Afganistán, partirán de aquí a final de año.
Los militares franceses que permanezcan después de 2012 estarán encargados de la formación de las tropas afganas y la retirada de material, entre otras tareas.
El presidente francés llegó, a las 8:30 a. m. local de ayer, al aeropuerto de Kabul, y partió ocho horas más tarde, a las 4:45 p. m. Lo acompañaron los ministros de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y el de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius.
Hollande viajó inmediatamente a las base de Nijrab, en Kapisa (noreste), donde se encuentra acantonada la mayoría de los militares franceses.
Según su entorno, el presidente, que es también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, fue a “explicar personalmente” a los soldados franceses las razones por las que decidió avanzar su retirada a fines de 2012, un año antes de la fecha prevista por su predecesor Nicolás Sarkozy y dos años antes que el resto de las fuerzas de la OTAN.
La retirada de las tropas francesas, prevista para fin de 2012, se hará de manera “ordenada” y “coordinada” con los aliados de la coalición de la OTAN en Afganistán, declaró Hollande, quien calificó su decisión de “soberana”.
Más tarde, de vuelta a Kabul, Hollande se entrevistó con su homólogo afgano, Hamid Karzái.
El mandatario destacó su voluntad de mantener una presencia francesa en Afganistán, pero “de otra manera”, centrada en aspectos “civiles y económicos” y no tanto militares.