El retraso de la edad de jubilación, de los 60 a los 62 años y elevar de 65 a 67 la edad mínima para cobrar el cien por cien de la pensión, es la principal medida del plan gubernamental, al que se oponen los sindicatos que esperan convocar a más de dos millones de personas.
Para los sindicatos la huelga será una prueba de la fuerza que tienen para oponerse a un Ejecutivo que cuenta con la mayoría para sacar adelante una reforma a la que no parece dispuesto a renunciar.
“No seré un presidente más que se vaya sin haber solucionado el asunto de las pensiones”, aseguró el viernes Sarkozy, sabedor de que esta cuestión hizo ceder en el pasado a algunos de sus antecesores.
En París se prevén importantes perturbaciones en los transportes públicos. Los sindicatos aéreos también se sumaron a los paros y la Dirección General de Aviación Civil pidió la anulación preventiva del 25% de los vuelos.