Livieres, de 69 años y perteneciente a la congregación del Opus Dei, fue apartado por el Vaticano en setiembre del 2014, luego de sostener una larga y ácida polémica.
A finales de julio pasado lo visitaron en su lecho de enfermo el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, y su sucesor en el cargo, el obispo de Alto Paraná, Guillermo Steckling.
“Días atrás visitamos al hermano Rogelio en el hospital Austral, en las afueras de Buenos Aires, en donde le manifestamos nuestra satisfacción porque volvió a la comunión de la Iglesia”, manifestó Valenzuela.
Livieres había sido destituido de la diócesis de Ciudad del Este, luego de una intervención de la Santa Sede, por denuncias de manejos desprolijos en materia administrativa y cuestionamientos a su sistema de consagrar sacerdotes con solo cuatro años de estudio. Los estudios, tradicionalmente duran seis años.
Nacido en la ciudad argentina de Corrientes, Livieres se trasladó de niño con su familia a Asunción. En 1978 fue ordenado cura por la prelatura del Opus Dei, luego se graduó de abogado, notario y escribano público en la Universidad Católica, de Asunción.
El prelado se ganó la fama de ultraconservador cuando, en el 2013, reveló con disgusto que el entonces arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, de 75 años, era gay.