Madrid. EFE El empresario español José María Ruiz-Mateos, dueño del grupo Rumasa y protagonista de numerosos escándalos de corrupción, falleció este lunes a los 84 años en el Puerto de Santa María (sur).
Ruiz-Mateos, artífice de uno de los principales grupos industriales españoles de los años setenta, Rumasa, fue expropiado en 1983 por el primer gobierno socialista de Felipe González.
Desde entonces protagonizó numerosas polémicas públicas, con huida de la justicia al extranjero incluida y entradas y salidas de la cárcel, además de enfrentamientos con los políticos socialistas.
Miembro del Opus Dei y padre de 13 hijos, fundó la sociedad Rumasa, que fue el primer grupo empresarial español, para después ser expropiado por motivos de utilidad pública, al considerar el Ejecutivo que el grupo, con más de 700 empresas, estaba en quiera técnica.
En el 2011, un nuevo holding familiar, Nueva Rumasa, se vio envuelto en escándalos de gestión y se declaró insolvente.
Luego de su primer fracaso empresarial, Ruiz-Mateos se trasladó a Londres, se convirtió en prófugo de la justicia y de regreso a España fue encarcelado, siempre negando sus responsabilidades y cuestionando la actuación judicial.
Su enfrentamiento con el Gobierno y su negativa a aceptar la expropiación de sus empresas le granjeó los apoyos suficientes para ser elegido diputado del Parlamento Europeo (1989-1994) .
En el 2011 la familia Ruiz-Mateos también anunció la venta de la mayoría de las empresas de Nueva Rumasa y se produjo una división en la familia acerca de la estrategia a seguir.
La muerte de Ruiz-Mateos pone fin a una historia de auténtico enredo personal, familiar y mediático.