Police officers react to a second explosion at the finish line of the Boston Marathon in Boston, Monday, April 15, 2013. Two explosions shattered the euphoria of the Boston Marathon finish line on Monday, sending authorities out on the course to carry off the injured while the stragglers were rerouted away from the smoking site of the blasts. (AP Photo/The Boston Globe, John Tlumacki) (John Tlumacki)
Boston, EE. UU. AP, EFE, AFP. Dos bombas estallaron ayer en las calles con gente congregada cerca de la línea de meta de la Maratón de Boston y causaron tres muertos, entre ellos un niño de 8 años, y heridas a más de 140 en una aterradora escena de vidrios rotos, nubes de humo, pavimento con sangre y extremidades desprendidas, informó la Policía de Boston.
Ocho hospitales reportaron que al menos 144 personas recibían atención médica y mínimo 17 estaban en estado crítico.
El presidente Barack Obama declaró en un breve discurso televisado a la nación que aún no se tienen “todas las respuestas” sobre las causas de las explosiones.
“Seguimos sin saber quién hizo esto o por qué”, añadió, dando a entender que las explosiones fueron intencionales, pero sin evocar un eventual ataque terrorista.
“Llegaremos al fondo de todo esto. Encontraremos a quien hizo esto”, dijo Obama. “Cualquier responsable individual, cualquier grupo responsable, sentirá como cae el peso de la Justicia”.
Por su parte, un alto responsable de la Casa Blanca, bajo condición de anonimato, calificó el suceso de “acto terrorista”. “Cualquier suceso con varios explosivos es claramente un acto terrorista”, declaró. “Pero no sabemos quién lo cometió; una investigación exhaustiva lo determinará”.
Un funcionario de alto rango de inteligencia de Estados Unidos afirmó que otros dos dispositivos explosivos fueron desactivados cerca de la meta de la carrera. Habló a condición de mantener el anonimato debido a que no estaba autorizado a revelar públicamente información al respecto.
Detonaciones casi simultáneas. Las explosiones se produjeron cerca de la línea de llegada de la carrera, con un intervalo de unos 10 segundos, cuando todavía había corredores en la pista y numeroso público presenciando la competición, una de las más prestigiosas de este tipo de acontecimientos deportivos.
Un tercer “incidente con fuego”, todavía no aclarado, se registró en la Biblioteca John F. Kennedy a varios kilómetros de distancia y más de una hora después de las primeras detonaciones, sucedidas a las 3:00 p. m. hora local (1:00 p. m. hora de Costa Rica).
El comisionado de la Policía de Boston, Ed Davis, desmintió que las fuerzas de seguridad hubiesen detenido a algún sospechoso, como informaron algunos medios.
Los heridos presentaban desde cortes y moretones a amputaciones. Muchas víctimas sufrieron lesiones en la parte baja de las piernas y ruptura de tímpano.
“Hemos visto a gente a la que les volaron las piernas”, relató Mark Hagopian, propietario del hotel Mark, situado cerca de la línea de meta de la maratón.
Imágenes de video tomadas desde helicópteros mostraban manchas de sangre en el pavimento de la zona turística de Back Bay.
Tras los estallidos, las autoridades entraron en la ruta para sacar a los heridos y para redirigir lejos de la zona a los rezagados de la carrera de 42 kilómetros. Cerca de 23.000 competidores participaron en la maratón, que ayer celebró su edición número 117.
Tras el suceso, el espacio aéreo sobre Boston se restringió, la telefonía móvil se suspendió temporalmente –para evitar una posible activación a distancia de explosivos– y los niveles de seguridad en Nueva York y Washington se elevaron.