El que fue jefe del Gobierno israelí entre enero 2006 y febrero de 2009 recibió la notificación oficial de su procesamiento a primera hora de la mañana, poco después de la entrega del acta de acusación a los tribunales de Tel Aviv.
El escándalo en esta ocasión (Olmert tiene otros tres casos pendientes), tiene que ver con presuntas autorizaciones municipales a varios proyectos de construcción en la Ciudad Santa de 1993 al 2003, cuando Olmert era alcalde.
Entre ellos, figura el mayor proyecto en décadas, Holyland, un complejo de miles de casas de lujo en un cerro del sur de Jerusalén.
La Fiscalía dice tener pruebas de que, a cambio de autorizaciones extraordinarias para que los constructores se excedieran de los permisos normales de la Comisión Urbanística Municipal, el entonces alcalde y otros altos funcionarios obtuvieron sumas millonarias.
Los delitos fueron cometidos por medio de una persona que llevaba el dinero de mano en mano y quien actúa como testigo de cargo.
También, denunció que se presente la acusación contra Olmert cuando se procesan otros expedientes contra él por facturación doble de viajes semioficiales, un presunto caso de soborno y por nombramiento ilícito de allegados en entidad pública.