Viena. DPA. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) condenó ayer la violencia en el sur de Kirguistán y habló de un intento de limpieza étnica de la minoría uzbeka, dijo en un comunicado el alto comisario para minorías nacionales de la organización, Knut Vollebaek.
Tras una reunión de urgencia en Viena, la OSCE habló también de un “desarrollo dramático” de los acontecimientos y denunció que la población uzbeka es sistemáticamente atacada y sufre asesinatos, saqueos y provocación para que contraataque.
La jefa de gobierno de transición, Rosa Otunbajeva, no tiene, “pese a sus buenas intenciones” el poder de imponer la ley y el orden en su país, añade el comunicado.
Vollebaek llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a una sesión urgente y pidió medidas inmediatas “para restaurar la seguridad pública y el Estado de derecho” en el país.
Una resolución de la ONU, dijo, sería la mejor base legal para una intervención de la ONU o de una organización regional, añadió el dipolomático noruego.
Los 56 Estados miembro de la OSCE ofrecieron unánimemente tras el encuentro su ayuda para solucionar la crisis kirguisa y evitar una extensión del conflicto étnico en la región.