"Las instalaciones de la Universidad Michoacana (pública) fueron tomadas por un grupo de alrededor de 150 estudiantes adheridos a las Casas del Estudiante (residencias universitarias)", indicó a la AFP un portavoz de la Secretaria de Gobierno de Michoacán, estado del que Morelia es la capital.
La medida dejó sin clases a los cerca de 57.000 alumnos de ese centro educativo, dijo su rector, Salvador Jara, quien ofreció a los detenidos "una defensa legal especializada" y el "compromiso de velar por el respeto a sus derechos humanos durante el proceso".
"La libertad de expresión es un derecho humano y fundamental, tiene como límites la legalidad y los derechos de terceros", explicó Jara, quien conminó a los participantes en la toma "a modificar sus mecanismos de manifestación".
El conflicto con los moradores de las residencias universitarias de Michoacán comenzó el pasado 26 de abril, cuando este colectivo robó una docena de vehículos del gobierno de Michoacán como protesta porque éste no les daba más dinero y medios para promocionar las casas estudiantiles.
Al día siguiente quemaron los automóviles capturados, por lo que el 28 de abril las fuerzas policiales del estado irrumpieron en las residencias estudiantiles y detuvieron a 214 de sus habitantes.
No obstante, sólo 13 de ellos fueron presentados por la Fiscalía ante un juez, quien decidió la liberación de tres de ellos y confirmó la orden de prisión para los 10 restantes.
Las Casas del Estudiante de Michoacán cuentan con una cuarentena de residencias repartidas por el estado y están financiadas por el propio gobierno michoacano con 140 millones de pesos (unos 10,7 millones de dólares) al año, según cifras oficiales.