Un error en el trayecto hizo que el automóvil del papa Francisco quedara atrapado en una de las vías en Río de Janeiro, momento en el que miles de jóvenes aprovecharon para acercarse y hasta tocar a pontífice, en medio de la desesperación de su equipo de seguridad.
El Papa llegó este lunes a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Pese a los retrasos el papa Francisco agradeció a través de su cuenta en la red Twitter “la magnifica acogida” que le brindó Río de Janeiro: “Gracias, gracias, gracias a todos ustedes y a todas las autoridades por la magnifica acogida en tierra carioca”, escribió.
El papa Francisco hizo un corto paseo en un “Papamóvil” traído desde Roma para la ocasión y finalmente fue recibido por la jefa de Estado, Dilma Rousseff, y decenas de autoridades nacionales y regionales.
El ministro de la Secretaría de la Presidencia de Brasil, Gilberto Carvalho, admitió que el papa Francisco quedó atrapado en uno de los atascos propios de la capital fluminense debido a un “error” en el trayecto, por el cual su comitiva demoró casi quince minutos para recorrer unos 500 metros en pleno centro carioca.
Aunque se vivieron momentos de tensión y se llegó a temer por la seguridad del pontífice, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, le restó importancia al hecho.
Según Lombardi, ese “error” permitió comprobar el entusiasmo de los jóvenes con Francisco, sobre quien aseguró que estuvo “muy tranquilo, feliz y cordial” y que los remolinos de personas en torno a su automóvil fueron “momentos de felicidad”.
“Hoy comenzamos una semana estupenda en Río. Que sea una ocasión para profundizar nuestra amistad con Jesús Cristo”, apuntó el papa argentino.
La Jornada será inaugurada en forma oficial este martes, con una misa en la playa de Copacabana, en la que no se espera la presencia del pontífice, quien descansará tras la intensa jornada de ayer.
Francisco llegó a Río de Janeiro este lunes, tras unas doce horas de viaje desde Roma.