Hasta ahora, la intervención armada en territorio alemán en caso de amenazas de atentado estaba reservada a las fuerzas de seguridad, para separar las operaciones de defensa nacional del Ejército y las operaciones de seguridad interna, por los temores heredados del régimen nazi. De acuerdo con la decisión, el Ejército podría intervenir ahora en el territorio “en caso de situación excepcional de naturaleza catastrófica”.
Esta autorización excluye “los peligros que pudieran proceder de una multitud que se manifiesta”. El Ejército tampoco está autorizado a derribar un avión con civiles a bordo que hubiese sido secuestrado por terroristas y solo se le permite llevar a cabo disparos de advertencia para obligarlo a aterrizar.