Washington. AFP y EFE. En el avance de los que algunos llaman la nueva “guerra fría cibernética”, el Gobierno estadounidense prometió ayer combatir “vigorosamente” el incremento de los robos en el extranjero de secretos industriales, en medio de preocupación por los recientes ataques de hackers que provendrían de China.
“Continuaremos actuando vigorosamente para combatir el robo de secretos comerciales estadounidenses, que pueden ser usados por empresas o Gobiernos extranjeros para obtener injustas ventajas económicas”, anunció la Casa Blanca en un documento.
“Las tendencias que emergen muestran que la frecuencia de casos de espionaje económico y de robos de secretos industriales que son víctimas las empresas estadounidenses, está en incremento”, aseguró el texto.
El plan fue revelado en un evento al cual asistió el fiscal general estadounidense, Eric Holder, quien dijo que la protección de propiedad intelectual y los secretos de fabricación eran “una prioridad superior” del gobierno Barack Obama.
Holder aseguró que hay países y entidades extranjeras “que quieren aprovecharse de los altos niveles de innovación e inversión” de Estados Unidos y recordó que, a través de Internet, “un hacker en China puede robar secretos en Virginia” por valor de millones de dólares “sin levantarse de su escritorio”.
Si bien el texto no cita directamente a China, menciona varios ejemplos recientes de condenas de la Justicia estadounidense a personas acusadas de espionaje en detrimento de las empresas estadounidenses y en provecho de sociedades o entidades chinas.
Entre las empresas estadounidenses que fueron víctimas de espionaje, figuran los fabricantes de autos Ford y General Motors, los grupos químicos DuPont y Dow Chemical, y la firma especializada en electrónica Motorola.
China se sacude. La promesa de estas nuevas medidas llega un día después de la publicación de un informe de la empresa Mandiant –una de las que asesora al Gobierno estadounidense en seguridad informática– que acusa al Ejército chino de controlar centenares e incluso miles de hackers entre los más peligrosos del mundo.
China, sin embargo, negó las acusaciones y denunció el martes que ese país también es víctima de “numerosos ataques, que han aumentado con el paso de los años” y que proceden de Estados Unidos.
Desde luego, Washington y sus aliados tienen la capacidad, los recursos y la motivación para lanzar ataques cibernéticos. Una de las “víctimas” más conocidas de estos ataques es Irán, según numerosos expertos.
La “ciberarma” más divulgada es el virus Stuxnet, descubierto en el 2010 y que los analistas consideran en su gran mayoría que fue creado por Estados Unidos e Israel para dañar el programa nuclear iraní.