La isla de Baengnyeong será el primer objetivo del ejército norcoreano, anunció Kim, durante una visita a los cuarteles militares cerca de la frontera realizada ayer, coincidiendo con el primer día de las maniobras militares conjuntas de Seúl y Washington fuertemente criticadas por Pyongyang.
Baengnyeong tiene unos 5.000 habitantes y es la base de varias unidades militares.
En los últimos días, Corea del Norte amenazó con una “guerra termonuclear”, advirtió a Estados Unidos de que se exponía a un “ataque nuclear preventivo” y ayer denunció el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea en 1953.
Por su parte, Corea del Sur se negó hoy a reconocer la decisión de Corea del Norte de denunciar unilateralmente el armisticio alcanzado hace 60 años por los dos países y urgió a Pyongyang a poner fin a su nueva retórica belicista.
“La denuncia unilateral o la cancelación del acuerdo de armisticio no están previstos en sus propias disposiciones ni en el derecho internacional”, declaró el portavoz del ministerio surcoreano de Relaciones Exteriores, Cho Tai-Young.
Un responsable de la isla amenazada, Kim Young-Gu, dijo que “no hay en realidad un éxodo masivo de una población aterrada hacia el continente, pero, para ser sincero, hay un poco de miedo”.