París. EFE. Una cincuentena de países y organizaciones participantes en la reunión de un grupo de trabajo de los “Amigos de Siria”, denunció ayer que continúan las ventas de armas al régimen de Damasco.
En un comunicado difundido al término de su encuentro en París, ese grupo expresó su “firme desaprobación de todo apoyo financiero o de otro tipo, en particular la venta de armas” , en alusión indirecta a Rusia .
La nota reafirmó la necesidad de mantener las presiones contra el Gobierno de Bashar al-Asad, e instó a los hombres de negocios que “sostienen financieramente la represión sangrienta” y a todos aquellos que colaboran con ese régimen a que se distancien para poder borrarlos de la lista de sancionados.
La reunión, copresidida por Francia, Marruecos y el Servicio Europeo de Acción Exterior, pidió “a todos los sirios y organizaciones de la sociedad civil “ que se distancien públicamente de las violaciones de los derechos humanos que puedan ser crímenes contra la humanidad.
El grupo recordó que esas sanciones, de tipo económico y diplomático, buscan incrementar la presión contra personas e instituciones responsables de esa violencia y privar al régimen de los recursos que usa para ese fin.