Bagdad. AFP Con la toma de Mosul y otros territorios adyacentes, los yihadistas están ahora, según los analistas, más cerca de su gran objetivo: establecer un Estado islámico entre Siria e Irak.
Los yihadistas vapulearon a las fuerzas de seguridad iraquíes y el martes tomaron toda la provincia de Nínive, que incluye Mosul (norte), y partes de las provincias de Kirkuk y Saladino.
“La pérdida de la provincia de Nínive abre un corredor para los islamistas entre la provincia de Ambar (en el oeste de Irak), Mosul y la frontera siria, que facilitará la circulación de armas, dinero y combatientes entre los frentes”, sintetiza John Drake, analista de seguridad del Grupo AKE.
En la provincia iraquí de Ambar, al sur de la de Nínive y fronteriza con Siria, los grupos islamistas mantienen el control de la ciudad de Faluya y de parte de Ramadi. Los yihadistas también tienen bajo su control regiones del este de Siria.
“Los grupos armados quieren establecer un Estado islámico” que incluya Mosul, las provincias de Saladino, Diyala y Ambar, del lado iraquí, y del lado sirio Deir Ezzor y Raka, apunta Aziz Jabr, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Mustansiriyah de Bagdad.
“EIIL y sus avatares siempre han buscado controlar territorio y crear un emirato islámico, en el que puedan imponer la ley (islámica), instalar campos de entrenamiento y planificar atentados para mantener el impulso de la batalla”, añade Drake.
“La guerra civil en Siria les ha dado a estos combatientes la posibilidad de hacerse con dicho territorio. Por lo que se ve, el éxito ha animado a sus partidarios, que se han dado cuenta de que es un objetivo al alcance”, explicó el analista de AKE.