San Juan
La creciente minería informal de oro al sur de Surinam contamina el ambiente y perjudica a las comunidades indígenas de la zona por el uso sin supervisión del mercurio, una práctica ilegal que, según denuncian diversas organizaciones, no le interesa regular al estado.
"Con solo $100 puedes convertirte en un minero de oro. Para muchas personas la minería de oro en el interior del país se ha convertido en una fuerte tentación", explica el director del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Surinam, Laurens Gomes.
Según Gomes, unos 30.000 surinameses y brasileños (algunos residentes ilegales en el país vecino) viven de la minería de oro a pequeña escala desde el gran "boom" de la década de los 80 y la subida mundial del precio del oro en el año 2000.
Estas personas extraen oro en los ríos y arroyos utilizando mercurio, un metal pesado que puede ser muy tóxico y que les ayuda a separar el oro de otros minerales.
"El mercurio afecta a los peces, y las personas que los consumen pueden intoxicarse" , dijo Gomes, quien estimó que por cada kilo de oro se utiliza de dos a cinco kilos de mercurio para extraerlo.
Un informe 2012 de los investigadores de la Universidad surinamesa Anton de Kom, Paul Ouboter y Gwendolyn Landburg, reveló que el 55% del mercurio utilizado se pierde en la atmósfera de la nación y el 45% permanece en los acuíferos.
El estudio titulado "Los niveles de mercurio en áreas pristinas y la minería de oro en los ecosistemas de Surinam" también señaló que en 1997 se utilizaron entre 10.000 y 20.000 kilos de mercurio en ese país.
No obstante, Gomes indicó que esa cantidad podría haber aumentado considerablemente en los últimos años en Surinam, un país que oficialmente no importa este elemento químico.
Aunque el Gobierno puede emitir licencias para importar el mercurio, " no hay suficiente claridad en la ley para prohibir su uso " , explicó Gomes.
"Surinam es el único país de Sudamérica que no ha firmado la Convención de Minamata sobre el Mercurio. Antes de considerar su firma y ratificación buscan fortalecer su capacidad institucional para poder regular los estatutos", aseguró.
El tratado —adoptado el 10 de octubre de 2013— mezcla medidas de obligatorio cumplimiento por parte de los gobiernos y otras de carácter voluntario para atajar el incremento de las emisiones de mercurio a la atmósfera y a mares y ríos, donde es absorbido por los peces y pasa de esa forma a la cadena alimentaria que culmina en el ser humano.
El mercurio causa graves problemas para la salud, como daños permanentes en el cerebro, riñones y en el sistema digestivo, aunque su impacto resulta aún más agudo en fetos, bebés y niños, ya que la toxina atraviesa la placenta y pasa por la leche materna.
La población indígena al sur de Surinam —compuesta por unos 5.000 habitantes— ha solicitado formalmente al Gobierno que les permita proteger la zona de esta práctica, aunque de momento no ha obtenido respuesta.
Según un informe de 2008 del Programa Medioambiental de la ONU, las amenazas de la exposición al mercurio no se limitan al interior de Surinam.
"Los mineros venden el oro en las joyerías de la ciudad capital de Paramaribo. Durante el proceso de compra, el oro es fundido y el residuo de mercurio, que compone entre el 3% y el 5% del peso del metal, es liberado a la atmósfera" , denuncia el documento.