MURSI ES TRASLADADO A LA CÁRCEL Y SU JUICIO APLAZADO AL PRÓXIMO 8 DE ENERO EGY05 EL CAIRO (EGIPTO) 04/11/2013.- Simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Mursi protestan frente a la Academia de Policía en el primer día del juicio de Mursi en El Cairo (Egipto) hoy, lunes 4 de noviembre de 2013. El Tribunal Penal de El Cairo decidió hoy aplazar hasta el próximo 8 de enero el juicio contra el depuesto presidente Mohamed Mursi, que fue trasladado en helicóptero a la cárcel -se desconoce si a la de Burg al Arab, en Alejandría, o a la de Tora, en El Cairo- al término de la primera sesión del proceso. EFE/Khaled Elfiqi (KHALED ELFIQI)
El Cairo. EFE. Luego de una sesión inicial, marcada por la anarquía y en la cual el expresidente Mohamed Mursi se mostró desafiante, el Tribunal Penal de El Cairo aplazó hasta enero el juicio contra él y 14 dirigentes islamistas.
A ellos los responsabilizan de la muerte de manifestantes que protestaban en diciembre contra el gobierno de Mursi.
El proceso se reanudará el 8 de enero en la sala de la Academia de Policía, donde también se juzga al expresidente Hosni Mubárak.
Pero más allá de lo procesal, la atención de todos los presentes se centraba en observar el estado y la actitud de Mursi, incomunicado y en paradero desconocido desde que fue destituido y arrestado por el Ejército el 3 de julio.
“Soy el presidente legítimo”. A buen seguro, Mursi no decepcionó a sus seguidores. El primer presidente elegido democráticamente en Egipto apareció enérgico y en plena forma, clamando a voz en grito una y otra vez que él es el “presidente legítimo de la República” y que no acepta la autoridad del tribunal que debe juzgarlo.
Su actitud desafiante no se quedó solo en el lenguaje, pues decidió entrar en la jaula de los acusados vestido de civil, de traje y camisa, frente al mono blanco que llevaban los demás imputados.
“Está muy animoso, muy activo”, dijo el abogado y pensador islamista Mohamed Selim al-Awa, quien departió con el expresidente durante media hora en uno de los recesos. Al-Awa también destacó la tozudez de Mursi, la cual probablemente tiene que ver con el hecho de que este se negó a aceptarlo como abogado defensor, pese a que el juez insistió en que lo hiciera.
La línea de defensa esgrimida por los abogados trata de argumentar que la corte no es competente para procesar a un jefe de Estado y que este debería ser juzgado por un tribunal especial.
“Para enjuiciar a un presidente se necesita una fiscalía y una corte especiales, no un tribunal penal ordinario, según recoge la Constitución” , argumentó el letrado de la defensa Ibrahim Baki.