Johannesburgo
La Policía sudafricana detuvo a 745 inmigrantes ilegales en el marco de la operación desarrollada durante las últimas semanas para restablecer el orden tras la ola de ataques contra residentes extranjeros.
"Estos individuos serán deportados y entregados a las autoridades de sus respectivos países", según un comunicado policial publicado este lunes.
Junto a los indocumentados, en la operación policial se ha arrestado a otras 144 personas por delitos de robo, asesinato, tráfico de drogas o posesión ilegal de armas de fuego.
Esta redada contra inmigrantes se produce semanas después de la violencia xenófoba que provocó la muerte de siete personas y causó miles de desplazados.
Ahora, organizaciones defensoras de los derechos humanos y otros observadores han criticado que el Gobierno haya enviado al Ejército a detener a inmigrantes sin papeles.
La llamada "Operación Fiela" ("barrer" o "limpiar", en lengua soto) ha sido llevada a cabo de forma conjunta por la Policía y el Ejército y comenzó el 22 de abril con redadas en dos albergues de trabajadores zulúes de Johannesburgo, donde residían los autores de varios actos xenófobos.
El dispositivo se extendió después a todas las regiones del país, ocupándose de supuestos focos de delincuencia que no estaban relacionados con la xenofobia y de zonas donde los inmigrantes de países africanos son mayoría.
Cientos de inmigrantes de países como Zimbabue, Malaui o Mozambique han aceptado la oferta de sus gobiernos de ser repatriados tras sufrir agresiones xenófobas y ver sus negocios y sus casas saqueadas en las últimas semanas.