Managua
Unas 100.000 familias están en riesgo de padecer una hambruna en el Corredor Seco de Nicaragua como consecuencia de la sequía que ha mermado la producción de granos, matado unas 2.500 reses y dejado en estado de desnutrición a alrededor de 600.000 cabezas de ganado.
El representante del Programa Mundial de Alimentos en Nicaragua, Helmut Rauch, indicó que han recibido del gobierno de Daniel Ortega una solicitud de alimentos para un período de cinco meses con la intención de solventar la necesidad de 100.000 familias del Corredor Seco.
“Hasta ahora en Nicaragua el organismo ha entregado 46.000 raciones alimentarias con una inversión de $1,9 millones. Estamos gestionando más apoyo porque nos han pedido de parte del gobierno alimento para cinco meses”, dijo Rauch a la prensa local.
El Corredor Seco de Nicaragua está compuesto por 107 de los 152 municipios del país. Del total de municipios que lo conforman, en al menos 66 debería declararse una emergencia alimentaria como han hecho algunas zonas de Honduras y El Salvador, según autoridades de la Iglesia Católica y pequeños productores.
“Hay comunidades que no tienen agua ni para beber a causa de la sequía, menos que tengan para cultivar o comer. A la gente pobre la estamos dejando que se muera de hambre, no hay producción ni asistencia” , afirmó al diario La Prensa el director de Cáritas para Nicaragua, el sacerdote Elías Barrera.
La sequía ha provocado que la producción de frijoles para el presente ciclo disminuyera en más de un millón de quintales y la de maíz y arroz en 1,5 millones, según información del Banco Central de Nicaragua.
Según el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales, Nicaragua enfrenta actualmente la peor sequía desde 1976 a lo que se suma la especulación en algunos de sus granos básicos, como el frijol y el maíz, cuyos precios se han hasta cuadruplicado desde mayo.
El Corredor Seco de Nicaragua lo conforman las norteñas provincias de Madriz, Nueva Segovia, Estelí y Matagalpa, algunas de ellas fronterizas con Honduras.