Buenos Aires
El Senado argentino convirtió en ley en la madrugada de este jueves un proyecto del gobierno que dispone una dura alza de impuestos a la compra de autos, motos, barcos y aviones lujosos, en su campaña por frenar la fuga de divisas.
Los vehículos con precios entre 170.000 y 210.000 pesos ($26.000 a $33.000) pagarán una tasa de 30% y los mayores de 210.000 pesos tributarán el 50%, aunque la aplicación aún no tiene fecha.
El gobierno de la presidenta Cristina Fernández está empeñado desde el 2011 en frenar la sangría con la prohibición de venta de dólares para ahorro y limitar las importaciones. A partir de ese año se inició el déficit de divisas en Argentina.
Fuentes de las empresas indicaron que esperan ajustes en la reglamentación de la ley que realizará el gobierno a principios del 2014, que atenúen el impacto sobre un mercado que les rinde las mayores ganancias.
Solo el rubro de automotores de alta gama y suntuarios representa negocios anuales por $700 millones, según la consultora Orlando Ferreres y Asociados.
Las reservas del Banco Central bajaron solamente este año de $42.000 a $30.000 millones, lejos del récord de $52.000 millones registrado en el 2009, según cifras de la autoridad monetaria.
La especulación en torno al mercado de rodados suntuarios se inició cuando la veda para ahorrar en divisas disuadió a argentinos de alto poder adquisitivo a vender en el mercado marginal sus dólares ahorrados, aprovechando una brecha promedio de 50% al 60% con el precio en el mercado oficial.
Con una buena suma de pesos en el bolsillo, se lanzaron a comprar autos de alta gama a precios que en algunos casos representan la mitad de lo que cuestan en los países donde tienen su casa matriz.
Las ventas de Porsche aumentaron 97,73% en términos interanuales y las de BMW el 106,17% en igual período, así como las de Alfa Romeo crecieron 128,64%, según la cámara comercial del sector.
La intención de los compradores era también protegerse de una inflación que ya ronda el 30% anual según las consultoras privadas.
Otra medida gubernamental contra la hemorragia de divisas fue limitar en un 20% la importación de vehículos, a fin de equilibrar la balanza comercial desfavorable en el sector automotor, particularmente con Brasil.
"Así, van a faltar autos en el mercado", dijo a radio Mitre el presidente de Fiat-Argentina, Cristiano Rattazzi.
La producción de automotores en Argentina batirá este año un nuevo récord histórico con más de 950.000 rodados, según la cámara patronal.