Tokio
El secuestrador de una joven de Tokio de 15 años que logró escapar el pasado domingo tras dos años retenida confesó este viernes a las autoridades niponas que deseaba raptar niñas desde que era un adolescente.
Kabu Terauchi, de 23 años, reconoció haber secuestrado en 2014 a la menor, a la que según él no conocía previamente, en su primera declaración ante la policía japonesa, una confesión que se produjo tras recibir el alta médica después de su intento de suicidio.
Según la policía, Terauchi explicó que buscaba una víctima al azar y que se topó con la niña, que volvía sola desde el instituto en el que estudiaba a la casa familiar en la localidad de Asaka, al norte de la capital nipona.
A partir de entonces, investigó acerca de la adolescente, que en ese momento tenía 13 años, y posteriormente la secuestró, detalló la agencia Kyodo citando a las autoridades japonesas.
El secuestrador, que se graduó en ingeniería la semana pasada por la Universidad japonesa de Chiba, sí había elegido la localidad de Asaka, donde vivía la víctima, para perpetrar el secuestro ya que se trata de una zona semirural que reunía las condiciones adecuadas, según su confesión.
LEA: Joven japonesa logra escapar después de estar secuestrada dos años
Según las autoridades niponas, Terauchi abordó a la menor llamándola por su nombre completo, y le dijo que sus padres se iban a divorciar y que él era su abogado.
De este modo, convenció a la adolescente para que subiera a su vehículo, donde le vendó los ojos y la condujo a una vivienda en Chiba (este de Tokio) .
Tras dos años de cautiverio, la adolescente logró escapar el pasado domingo del apartamento del céntrico distrito tokiota de Nakano, a donde fue trasladada por su captor en febrero, gracias a que su Terauchi olvidó cerrar con llave al salir de la vivienda.
La joven hizo una llamada a su familia desde una cabina telefónica pública tras dejar el inmueble y ya está reunida con sus padres tras haberse sometido a un chequeo médico.
Por su parte, el secuestrador huyó a la ciudad de Ito, a unos 130 kilómetros de Tokio, al descubrir que la menor había escapado. Allí fue capturado el pasado lunes tras haber intentado suicidarse infligiéndose cortes con un cúter en el cuello.
La policía halló entre sus pertenencias una nota manuscrita de suicidio e informó de que el joven habría consumido bebidas alcohólicas antes de intentar quitarse la vida.