Beirut
Rebeldes sirios apoyados por Turquía infligieron el domingo una dura derrota al grupo Estado Islámico (EI) al arrebatarle una ciudad cerca de la frontera turca, Dabiq, simbólica para los yihadistas y los occidentales amenazaron desde Londres con sanciones para el régimen y su aliado ruso.
Este revés del EI se produjo cuando estadounidenses y europeos se reunían en Londres en otro intento para detener la guerra en Siria, donde los bombardeos continuaban este domingo.
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"Los rebeldes tomaron Dabiq después de que se retiraron de la localidad los yihadistas del Estado Islámico", anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que dispone de una amplia red de fuentes sobre el terreno en Siria.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, precisó que los rebeldes también capturaron Soran, una localidad contigua.
Uno de los grupos rebeldes, Unión Fastaqim, confirmó que Dabiq había caído "tras violentos combates con Dáesh", acrónimo en árabe del EI.
La agencia oficial turca Anadolu indicó que nueve rebeldes murieron y otros 28 resultaron heridos en los combates. Fuentes de seguridad indicaron a la agencia que continuarán las operaciones.
Esta derrota tiene un especial alcance simbólico para los yihadistas pues, según una profecía del islam, el ejército de los musulmanes sería diezmado, pero acabaría triunfando en la ciudad siria de Daqib.
El territorio controlado por el EI sigue claramente reduciéndose. Su "califato", que se extendía en unos 90.800 km2 a principios del 2015, se limita hoy a 68.300 km2 en Irak y en Siria, según la firma estadounidense IHS.
Según Anadolu, desde el inicio de las operaciones en agosto, los rebeldes apoyados por Turquía se han apoderado de 1.130 km2. Las zonas recuperadas estaban anteriormente en manos del los kurdos o del EI.
Contienda imparable. Pero la sangre sigue derramándose en Siria. Un día después de las negociaciones sin resultado con Rusia en Lausana, Suiza, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se entrevistó el domingo por la tarde en la capital británica con los ministros de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, y francés, Jean-Marc Ayrault.
La reunión de Lausana no permitió elaborar un plan para restablecer la tregua que voló en pedazos en septiembre.
Estados Unidos y el Reino Unido advirtieron este domingo de que los aliados occidentales se plantean imponer nuevas sanciones económicas contra Siria y Rusia motivadas por el asedio de Alepo, declaró Kerry en Londres.
"Nos planteamos sanciones suplementarias y queremos mostrarnos claros, el presidente [estadounidense, Barack] Obama no ha descartado ninguna opción de momento", expresó tras una reunión sobre Siria con países afines que apoyan a la rebelión siria.
Johnson manifestó, por su parte, que se habían propuesto "numerosas medidas", "incluyendo medidas suplementarias contra el régimen y sus apoyos".
"Estas medidas afectarán a los autores de esos crímenes", avisó.
Con todo, Kerry minimizó la posibilidad de una acción militar, quien añadió que su deber era agotar todas las soluciones diplomáticas.
"Conversamos sobre todos los mecanismos a nuestra disposición, pero no veo ningún interés por ir a la guerra en ninguna parte de Europa", agregó el secretario de Estado.
La de Lausana era la primera reunión entre John Kerry y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, desde que comenzó la ofensiva ruso- siria, hace tres semanas, contra los barrios controlados por los rebeldes al este de Alepo (norte).
Entretanto, estos barrios fueron otra vez bombardeados desde el aire este domingo, según un corresponsal de la AFP.
Desde que la última tregua se rompió, a finales de setiembre, y comenzó la ofensiva contra la parte de la ciudad en poder de los insurgentes --donde viven unos 260.000 habitantes-- han muerto más de 370 personas, en su inmensa mayoría civiles, según el OSDH. Entre las víctimas figuran más de 130 niños, según la ONG Save the Children.
El régimen de Damasco y su aliado ruso aseguran que bombardean Alepo para eliminar a los "terroristas".
Rusia propuso esta semana que los rebeldes salieran de la ciudad, garantizándoles su seguridad.
Por su parte, la ONU planteó un plan para que salieran los combatientes de Fatah al Sham, el exFrente Al Nosra, rama siria de Al Qaida.
Pero tanto la oposición como sus apoyos temen que, con el pretexto de evacuar a los combatientes, el régimen y Rusia sólo busquen una rendición completa de Alepo.