Beirut. AFP La coalición que se va definiendo para una eventual acción militar en Siria tendrá sin duda como punta de lanza a Estados Unidos, con la participación de varios países occidentales, como Francia y Gran Bretaña, y el apoyo de países de la región, como Turquía.
Dada la oposición de Rusia, una intervención militar no se hará con la autorización de la ONU.
Así, la operación sería realizada por algunos países reunidos en una coalición, con un objetivo limitado: castigar al régimen de Bashar al-Asad con bombardeos por haber utilizado armas químicas contra la población civil, pero sin derrocarlo. Una acción puntual no encontraría oposición política fuerte en los tres países más concernidos: Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
El presidente estadounidense tiene el poder de decidir solo los bombardeos aéreos, sin la autorización del Congreso, que abrirá su próxima sesión el 9 de setiembre. No obstante, debe informarlo y Barack Obama realiza ya consultas con parlamentarios.
En Gran Bretaña, el primer ministro David Cameron convocó al Parlamento para que este vote mañana sobre una “respuesta proporcionada” al presunto ataque con armas químicas.
En Francia, el presidente, François Hollande, se pronunció en favor de una “respuesta común” de países occidentales a “un acto intolerable”. En este país, una operación militar puntual no requiere la intervención del Parlamento.
Alemania no se plantea una intervención militar, cuando falta menos de un mes para las elecciones legislativas, pero el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, afirmó que su país aprobaría una eventual “acción” de la comunidad internacional.
Italia rechazó ayer toda intervención militar en Siria sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
En cambio, Turquía, país vecino de Siria, está dispuesta a unirse a una coalición internacional incluso si la operación no obtiene consenso de la ONU.
En Oriente Medio, Jordania, que acoge más de medio millón de refugiados sirios y cuyas autoridades temen un aumento del extremismo musulmán, declaró que no quiere servir de base de lanzamiento a una intervención militar en Siria.