En África firmar la paz no significa nada, que lo diga Sudán del Sur; votar no significa nada, que lo diga Burundi; quitarle la vida a otros no significa nada, que lo diga Boko Haram y al-Shebah.
El continente de la eterna crisis le agregó, en 2015, a sus —lamentablemente— típicas guerras con raíces étnicas y mandatos eternos, el fenómeno del yihadismo, siendo el ataque de al-Shebah a la Universidad de Garissa, uno de los hechos más recordados del año.
A continuación, un recuento de las informaciones que marcaron el 2015 en África.
Yihad en África. Dos de los grupos yihadistas más temibles de la actualidad tienen su escenario de acción en África. Boko Haram y al-Shebah (y en menor medida al-Qaeda y el Estado Islámico) expanden sus tentáculos en un continente en que la corrupción y la pobreza se convierten en el caldo de cultivo perfecto para estas agrupaciones.
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Países como Nigeria, Mali, Kenia, Túnez y Somalia son algunos de los sitios que sufrieron el embate del yihadismo, durante 2015.El ataque más recordado de este año fue el que realizó al-Shebah contra la Universidad de Garissa en Kenia, donde murieron 147 personas.
La paz teórica. Sudán del Sur cumplió dos años de vivir una de las guerras civiles más sanguinarias de la actualidad.
Las partes firmaron en agosto un papel que llaman "la paz", una paz teórica que se ve lejana.
Ambos bandos se acusan de perpetrar masacres de carácter étnico, reclutar y matar a niños, violar, torturar y expulsar a la población.
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Los campos de la ONU acogen en Sudán del Sur unos 185.000 desplazados. Además, el país sigue al borde de la hambruna. En octubre, expertos de la ONU indicaron que sin ayuda urgente, más de 30.000 personas podrían morir de hambre en las regiones más afectadas por la guerra civil.
Mandato eterno. La palabra genocidio es uno de los términos más recurrentes para referirse a las crisis en África. Este año le tocó ese adjetivo a lo que está viviendo Burundi desde que el presidente Pierre Nkurunziza anunció su intención de presentarse a elecciones por tercera vez, algo prohibido por la Constitución.
Las elecciones se celebraron y Nkurunziza ganó los comicios, el pasado julio con un 69% de los votos, un resultado que la comunidad internacional no ha reconocido por la falta de garantías durante su celebración.
La crisis desatada por la reelección suma al menos 400 personas asesinadas (aunque se estima que la cifra real de fallecidos es mucho mayor) y más de 220.000 se han visto obligadas a abandonar el país.La mayoría de asesinatos y ataques se han dirigido contra los detractores del presidente.
Obama en África. El mandatario estadounidense realizó una histórica gira al continente africano que incluyó Kenia (el país de su padre) y Etiopía.
Obama criticó a los líderes africanos que se aferran al poder —poniéndo como ejemplo la cuestiona reelección de Nkurunziza en Burundi—, pidió respeto por los derechos de los homosexuales en Kenia y motivó a los africanos a seguir luchando contra los movimientos extremistas, como al-Shebah en Somalia.
Muerte de Cecil. La muerte del león Cecil, un ejemplar protegido y estrella del parque natural de Hwange en Zimbabue, a manos de un dentista estadounidense, también fue otra de las informaciones que marcaron la agenda internacional.
Walter James Palmer disparó contra Cecil con su arco, alcanzando a herirlo, para después matarlo con un tiro de fusil tras 40 horas de asedio. El león , de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque nacional.LEA: ¿Cómo afecta la caza ilegal a los ‘cinco grandes’ de África?