Santiago. AP y AFP Ya sea Michelle Bachelet o Evelyn Matthei, la ganadora mañana de las elecciones en Chile deberá sortear enormes presiones para hacer cambios estructurales en el sistema electoral, los impuestos y la educación.
Las multitudinarias protestas de los estudiantes en 2011 abrieron paso a una particular primavera de la clase media chilena, que demanda un Estado más fuerte y protector, junto a educación y salud pública gratuitas y de calidad.
Sin embargo, no se trata de derribarlo todo, sino de corregir las inequidades de un sistema económico y político que cosecha elogios, pero que arrastra una gran desigualdad social.
“Es una demanda para construir un sistema político y económico que apunte más hacia la inclusión. No es gente que dice botemos (eliminemos) el sistema; es gente que dice: ‘yo quiero participar de este sistema’”, manifestó Robert Funk, politólogo de la Universidad de Chile.
La composición del nuevo Congreso, elegido en paralelo a la primera vuelta, le otorga a Bachelet mayoría simple en ambas cámaras en caso de resultar electa, pero le falta la mayoría de dos tercios para cambiar la Constitución. El cuórum es deliberadamente alto y fue establecido por la dictadura precisamente para limitar los cambios.
“Llevamos 23 años de democracia y los problemas de hoy no son los de la transición; mientras más avanzó Chile en el tiempo, los problemas eran mucho más estructurales y la gente quería cambios estructurales”, dijo el académico de la Universidad de Santiago de Chile, Bernardo Navarrete.
Educación. El principal fracaso del presidente Sebastián Piñera fue el manejo de las protestas de los universitarios, quienes hicieron huelgas , tomaron escuelas y provocaron un cambio de gabinete. Su índice de aprobación, que se hallaba en en buena salud por el rescate de los 33 mineros, se fue al piso.
Además, cinco de los dirigentes estudiantiles fueron elegidos diputados –entre ellos exlíderes estudiantiles como las comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, y los independientes Giorgio Jackson y Gabriel Boric– . Su incorporación al Congreso puede ser decisiva para aprobar diversas reformas.
Evelyn Matthei, candidata del partido oficialista de Piñera, se opone a las reformas. Dice que la educación gratuita para el 10% más rico de la población implicará un derroche de 3.500 millones de dólares anuales y que los cambios tributarios afectarán a pequeñas y medianas empresas.
Bachelet tiene altas probabilidades de volver al poder, ya que obtuvo el 47% de sufragios en la primera vuelta electoral de noviembre frente al 25% de Matthei, quien reconoció, en su acto de cierre de campaña, que si gana “va a ser un milagro”.