Kano, Nigeria. AFP. El presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, escapó ayer de un atentado al salir de un mitin en el noreste del país, donde la amenaza de Boko Haram es cada vez más presente a dos semanas de las elecciones presidenciales.
La explosión tuvo lugar en el parqueo de un estadio de Gombe, una ciudad del noreste, donde Jonathan celebró un encuentro con sus seguidores.
El ataque fue atribuido a dos mujeres kamikazes.
“Hemos evacuado dos cuerpos de mujeres que creemos que son las kamikazes que provocaron la explosión”, dijo un socorrista, quien no quiso identificarse. Además, otras 18 personas resultaron heridas, indicó una fuente hospitalaria.
Jonathan, quien aspira a la reelección en las presidenciales del 14 de febrero, celebró un mitin con sus seguidores del Partido Democrático del Pueblo (PDP). El domingo ya hubo dos explosiones en Gombe, una de ellas contra un retén militar, las cuales dejaron cinco muertos.
El grupo yihadista demostró durante el fin de semana su capacidad para luchar en varios frentes, en un conflicto que ya es regional y que implica también a Chad y Camerún.
Los islamistas lanzaron el domingo una gran ofensiva contra Maiduguri, la capital del estado de Borno, situada en el noreste.
Ayer, el Gobierno afirmó que recuperó el control de Gamboru, 150 kilómetros al este de Maiduguri, y de otras cuatro localidades, luego que varios helicópteros del Ejército del Chad bombardearon posiciones islamistas en la frontera de Camerún.
“Nuestras tropas tienen el control tras varias operaciones que contaron con el apoyo de voluntarios y de nuestros amistosos vecinos”, dijo el vocero de seguridad nacional Mike Omeri.
La población de Maiduguri, de un millón de habitantes antes del 2009, cuando empezó la insurrección islamista, se ha duplicado en los últimos meses con la llegada de miles de habitantes del Estado de Borno que huyen de las matanzas en las ciudades y pueblos de la región controladas por Boko Haram.