Ginebra, Moscú y Roma. EFE y AFP. Las potencias que negocian con Irán un acuerdo para garantizar los fines pacíficos de su programa nuclear procuran lograr un trato preliminar en seis meses, como paso intermedio hacia una solución global y definitiva.
Un negociador estadounidense, quien pidió reserva de su nombre, dijo que en las negociaciones que se reanudaron ayer en Ginebra entre Irán y el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, China y Alemania) se pretende que ese acuerdo preliminar debe garantizar que “el programa nuclear iraní no avanzará e incluso que retrocederá”.
Aunque en los últimos días muchos negociadores consideraron “posible” un acuerdo, se prevé que las pláticas será difíciles .
El miércoles, pocas horas antes del reinicio de las conversaciones en Ginebra, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, insistió en “la consolidación de los derehos nucleares de Irán ” y pidió a los delegados de su país que respeten las “líneas rojas” del programa, especialmente lo concerniente al enriquecimiento de uranio y la negativa de cerrar una planta para tal labor, localizada en Fordo.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien sigue con atención y gran recelo esas negociaciones , advirtió ayer en Moscú –donde se encuentra en visita oficial– que la comunidad internacional debe resolver el contencioso con Teherán de forma análoga al acuerdo logrado para el desarme químico de Siria.
“Creemos que se puede lograr un acuerdo mejor. Esto requiere persistencia y consistencia”, agregó. “En el escenario de Siria, Rusia y otros países insistieron con razón en el desmantelamiento total de las armas no convencionales sirias”.
Netanyahu se opone de lleno a un pacto que suavice las sanciones económicas a Irán a cambio de que congele el programa nuclear.
Asunto complejo. Negociadores que hablaron ayer, pero sin ser identificados, concordaron en que todavía hay cuestiones “realmente complejas” por resolver.
Precisaron que la meta es alcanzar un acuerdo que incluya “todas las instalaciones de enriquecimiento de uranio presentes y futuras”, así como su custodia, aspectos relacionados con las reservas existentes y mecanismos de verificación y vigilancia.
Por su parte, Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, manifestó que para nadie es un secreto que el nivel de enriquecimiento del uranio” dentro de Irán “ es uno de los aspectos esenciales que se deben resolver.
“El actual nivel de enriquecimiento no es claramente el requerido para un uso pacífico”, enfatizó.
Si de Irán se piden señales contundentes de buena fe, Teherán pide en contrapartida un alivio de las sanciones, ante lo cual Estados Unidos anticipó que será “pequeño” mientras se llega al acuerdo integral de largo plazo.
La Unión Europea (UE) está igualmente dispuesta a rebajar la tensión que generan sus propias sanciones, pero “ si la situación en Irán cambia, entonces en una negociación siempre hay espacio para la flexibilidad”, dijo Mann.
Francia, que mantiene una postura intransigente en el asunto, fue acusada, especialmente por Irán , de haber hecho fracasar la anterior ronda de negociaciones de Ginebra, que tuvo lugar entre el 6 y el 9 de noviembre.
En este contexto, el presidente francés, François Hollande, exhortó ayer en Roma a Irán a “aportar respuestas y no provocaciones” sobre su programa nuclear. “Es cierto que las propuestas de Jamenei no van en el sentido del apaciguamiento y la comprensión”, sostuvo el mandatario.
La ronda que principió ayer no tiene precedentes por la dinámica diplomática que la ha antecedido y tampoco lo tiene que sea la tercera en cinco semanas.