Seúl. EFE. Las esperanzas de encontrar supervivientes tras el hundimiento del buque surcoreano Sewol , con 269 desaparecidos, se desvanecieron ayer casi por completo ante el escaso progreso del rescate de la nave, cuyo casco quedó sumergido en su totalidad.
Los buzos han seguido intentando sin éxito por cuarto día consecutivo penetrar en el transbordador, que descansa volcado sobre el fondo marino en aguas al suroeste del país a 30 metros de profundidad, lo que prácticamente descarta la posibilidad de hallar dentro a algún pasajero con vida.
Pocas esperanzas de vida. Los expertos calculan que en caso de haber bolsas de aire en el buque, podrían permitir la supervivencia hasta unas 72 horas.
Este tiempo ya ha transcurrido sin que las 176 embarcaciones, 28 helicópteros y aviones y más de 650 buzos desplegados hayan logrado operar su plan de rescate en el interior de la nave.
Al menos cuatro grúas esperan en los alrededores para recuperar el Sewol, pero no han entrado en acción por miedo a que un movimiento brusco en el barco acabe con las vidas de posibles sobrevivientes.
En las primeras horas de la jornada, los buzos avistaron tres cuerpos a través de un cristal, pero no pudieron entrar para recuperarlos, y fue durante la tarde que salieron a flote otros cuatro cadáveres, lo que elevó a 33 el número de muertos confirmados.
Entre tanto, el Sewol comenzó a perder combustible y dejó sobre la superficie una mancha de 3.000 metros cuadrados, lo que ha dificultado aún más unas labores de rescate que tuvieron que ser suspendidas durante varias horas por el fuerte oleaje y las corrientes marinas.
Además, el pequeño fragmento del casco que se divisaba sobre la superficie los pasados días desapareció ayer bajo las aguas, lo que provocó escenas de angustia y desolación en el polideportivo de la localidad costera de Jindo, donde se concentran los familiares de los desaparecidos y desde donde se siguen los trabajos de rescate.
La mayoría de los 269 pasajeros atrapados en el barco son estudiantes de 16 y 17 años que lo abordaron en el puerto de origen de Incheon (en el noroeste del país) con destino a la isla turística meridional de Jeju, en un viaje escolar.
Por otra parte, el capitán del Sewol fue detenido ayer por presuntamente abandonar el barco sin asegurar la puesta a salvo de los pasajeros del buque.
También fue arrestado un timonel de 55 años y la tercera oficial de 26 años, de apellido Park, a la que, según las primeras indagaciones, el capitán cedió el timón poco antes del accidente.