Mexico
Cientos de policías federales tomaron el control de la plaza principal del centro histórico de la ciudad de México el viernes por la tarde, luego de algunas horas de tensión cuando miles de maestros amenazaron con mantenerse en el lugar que ocuparon durante varias semanas para oponerse a una amplia reforma educativa.
Dos días antes de las celebraciones del Día de la Independencia, los maestros provistos de vallas metálicas y palos bloquearon la entrada a la plaza del Zócalo capitalino y aseguraron que no se retirarían, lo cual amenazaba con frustrar los festejos que tradicionalmente se realizan en el lugar.
El gobierno ya había prometido que las celebraciones por la Independencia se realizarían como de costumbre en el Zócalo, encabezadas por primera vez por el presidente Enrique Peña Nieto desde que asumió el poder en diciembre.
Minutos después de un plazo impuesto por autoridades para las 4 de la tarde local, policías federales armados con escudos entraron a la plaza del Zócalo, lo que provocó algunos enfrentamientos con manifestantes que les lanzaron palos y piedras.
Tras la entrada a la plaza, algunos policías comenzaron a limpiar la plancha que tenía los restos de las carpas donde por varias semanas permanecieron los maestros.
Otros policías obligaron a algunos manifestantes a replegarse hacia otras calles de la ciudad, donde se produjeron nuevos enfrentamientos. La autoridad se apoyó con otro camión cisterna que por momentos lanzaba chorros de agua a quienes protestaban.
El Zócalo es la principal plaza de la ciudad y en sus flancos se ubican la Catedral Metropolitana, el Templo Mayor y el Palacio Nacional, algunos de los monumentos más famosos de la ciudad.
México recuerda el 16 de septiembre el inicio en 1810 de la lucha de independencia de España, lograda en 1821, aunque las celebraciones comienzan desde un día antes.
Los festejos incluyen verbenas populares en el Zócalo, donde por la noche del 15 de septiembre el presidente suele encabezar el llamado "Grito de Independencia" , que recuerda el llamado a la gente que el cura Miguel Hidalgo hizo en 1810. Al siguiente día se realiza un desfile militar.
Imágenes de televisión mostraron la entrada de un camión cisterna de la Policía Federal que comenzó a lanzar chorros de agua hacia la plancha del Zócalo, donde algunos manifestantes habían prendido fuego a basura y algunas carpas.
Los maestros han alterado las actividades en el centro de una de las ciudades más grandes del mundo al menos en 15 ocasiones en los últimos dos meses en rechazo a un plan del gobierno dirigido a romper el control sindical del disfuncional sistema educativo de México.
El presidente Enrique Peña Nieto frustró las esperanzas de los maestros de impedir los cambios al promulgar el martes las leyes secundarias de la reforma educativa. El miércoles, las manifestaciones adquirieron un cariz violento: los maestros inconformes protagonizaron forcejeos con la policía antidisturbios cuando los agentes establecieron una valla para impedir que los manifestantes bloquearan una de las principales vías de la capital.
Las autoridades de la ciudad informaron que el miércoles 15 policías resultaron lesionados y que varios manifestantes habían quitado algunos escudos de plástico de los agentes.
Los maestros dijeron que bloquear la reforma ya no era su objetivo. Dijeron que ahora intentan mantener la presión para proteger sus derechos y privilegios, a medida que el gobierno pone en marcha las reformas laborales y reduce el control sindical en la contratación y asignación de docentes.
Mientras helicópteros de la policía federal efectuaban vuelos a baja altura, los maestros derribaron las tiendas en las que vivieron durante semanas y quemaron basura y barreras de plástico de tráfico; el humo espeso inundó el Zócalo.
Un grupo de maestros que han enfrentado a la policía dijo que el retiro de las tiendas era una maniobra táctica para tener espacio ante cualquier posible enfrentamiento.
En una reminiscencia de los choques de 2006 en Oaxaca, un grupo de profesores de esa entidad dijeron que habían desplazado una retroexcavadora desde el lugar de una obra en el Zócalo hasta la línea del frente a fin de utilizarla en caso de un posible ataque de la policía.
"Ya sabemos lo que viene. Ya tenemos la retroexcavadora lista", dijo el profesor César Pérez, quien da clases en una región pobre de la sierra norte de Oaxaca. "Aquí no va dar el grito este presidente. Hasta que empiece a escuchar a la gente", apuntó.
Mientras los maestros gritaban "venceremos" y agitaban en lo alto tubos de hierro y palos, el actor Pepe Ortiz, de 58 años, animaba a la multitud disfrazado del prócer independentista Miguel Hidalgo y sostenía una enorme bandera mexicana.
Ortiz ignoró las críticas de que la protesta impediría la realización del tradicional grito de independencia.
"Para mí, éste es el grito, el grito del pueblo", dijo el actor mientras señalaba hacia la multitud de manifestantes que cantaban y coreaban lemas. "Este es el verdadero grito", apuntó.
Las protestas son encabezadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el menor de los dos principales sindicatos de maestros en México. El sindicato principal ha apoyado la reforma de Peña Nieto.