Las pistas eran usadas por avionetas de “narcotraficantes con protección de delincuentes terroristas de Sendero Luminoso para transportar droga a Bolivia y Brasil”, informó un comunicado de los ministerios de Defensa y del Interior.
La operación, denominada Infierno Verde, se ejecutó el martes mediante la colocación de explosivos que, al ser activados, dejaron grandes boquetes en los terrenos, ubicados en tres distritos de la provincia de Satipo, selva central de Perú.
Junto a las pistas clandestinas, se encontraron insumos químicos que se usan para la preparación de pasta básica de cocaína (PBC), que luego en pozas de maceración es convertida en pasta lavada para elaborar, finalmente, clorhidrato de cocaína.
“Toda la dinámica de reactivamiento del uso aéreo por avionetas que van a Bolivia arranca en 2007; desde ese año Bolivia es utilizada como puente aéreo, un lugar de paso de la droga hacia Brasil”, dijo el experto en temas de narcotráfico, Jaime Antezana.
Antezana advirtió de que no solo basta con dinamitar las pistas clandestinas, sino que se requiere la presencia de interdicción aérea en Perú para controlar el ingreso de avionetas a su territorio.
“De lo contrario, se gasta mucha dinamita porque las pistas se rehabilitan, aparecen en otras partes de la Amazonía”, precisó.
El viceministro de Defensa Social de Bolivia, Felipe Cáceres, estimó que habría unas setenta pistas clandestinas diseminadas en distintos puntos de la frontera peruano-boliviana.
El funcionario indicó que “ahora Bolivia lastimosamente es utilizada como país de tránsito de PBC de Perú”.
Perú es el mayor productor mundial de hoja de coca, el insumo de la cocaína, según informó la Comisión de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).