Amman. AFP y EFE El papa Francisco instó ayer a encontrar una salida “pacífica” a la crisis de Siria así como una “solución justa” al conflicto entre israelíes y palestinos desde Jordania, primera etapa de su peregrinaje de tres días a Tierra Santa .
“Constato con dolor que sigue habiendo fuertes tensiones en la región medio-oriental”, reconoció el papa al ser recibido en el palacio Real Al Husseini de Ammán por las autoridades del reino de Jordania, encabezadas por el rey Abdalá II y su familia.
“Es necesario y urgente encontrar una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto entre israelíes y palestinos”, clamó el Sumo Pontífice en el primer discurso que pronunció en su visita a una de las regiones del mundo más sacudidas por los conflictos.
Luego, en una iglesia levantada en el sitio donde la historia sitúa el bautismo de Jesús, Francisco fue enfático en que el odio y la codicia del dinero son la raíz y la causa de la guerra. Además, acusó del contínuo conflicto en Siria a todos aquellos que negocian con las hostilidades y fabrican y venden armas.
También agradeció a las autoridades de Jordania la acogida que ofrecen a una “gran cantidad de refugiados” , entre ellos palestinos, iraquíes y de otras zonas en crisis, en especial de la vecina Siria, “destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo”, dijo.
Libertad religiosa. Como Benedicto XVI hace cinco años cuando visitó la región, el papa Francisco abogó por la libertad religiosa, “que es un derecho humano fundamental y que espero sea tenido en gran consideración en todo Oriente Medio y en el mundo entero”, dijo.
Además, reiteró el derecho de “manifestar públicamente la propia creencia”, en una condena a las persecuciones que padecen los cristianos en la región.
En su breve discurso, pronunciado en italiano, el papa argentino, envió un saludo especial a la comunidad musulmana.
“Aprovecho la ocasión para renovar mi profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana y expresar mi reconocimiento por el liderazgo que Su Majestad el rey ha asumido para promover un entendimiento adecuado de las virtudes proclamadas por el islam y la serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones”, dijo.
El Obispo de Roma, quien viaja acompañado por un rabino y un profesor musulmán, dos amigos y compatriotas suyos, como un gesto de tolerancia y diálogo entre las tres religiones monoteístas, dirigió también un saludo “lleno de afecto a las comunidades cristianas que residen en Jordania desde los tiempos apostólicos”.
Esta escala resulta más importante de lo que parece, pues Jordania se presenta como un interlocutor del mundo islámico, una suerte de mediador para la paz en la zona.
Jordania se ha salvado de las convulsiones de la “primavera árabe” y la comunidad cristiana.
Sin embargo, los cristianos en Oriente Medio sufren graves ataques y se han convertido en una especie en extinción. Representan actualmente el 2% de la población, cuando hace medio siglo eran el 10%, según datos de la página católica Religión Digital.
Llamado. En el estadio internacional de Ammán, ante miles de refugiados palestinos, sirios e iraquíes, el Papa imploró por la paz.
“La paz no se puede comprar; es un don”, dijo en su discurso intercalado por sugestivos cantos. Durante la celebración, 1.400 niños recibieron la comunión.