Caracas. AFP. La oposición venezolana rechazó ayer asistir al diálogo nacional convocado por el presidente Nicolás Maduro, tras semanas de protestas realizadas por estudiantes y opositores que dejaron 14 muertos, y que ahora quedó limitado a un encuentro con obispos y empresarios.
“No nos prestamos para un simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas”, dijo en un comunicado Ramón Aveledo, secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de Unidad Democrática .
El dirigente, al comunicar el rechazo al diálogo en una carta al vicepresidente Jorge Arreaza, denunció la represión desmedida con participación en ella de civiles armados llamados por la autoridad.
Esta alusión precedió al anuncio del Ministerio Público de que cinco agentes del servicio de inteligencia fueron detenidos por sus presuntos vínculos con la muerte de dos manifestantes después de las protestas opositoras que ocurrieron el 12 de febrero en Caracas.
Los cinco estarían relacionados con la muerte de Bassil da Costa y Juan Montoya durante disturbios luego de una manifestación opositora, informó el organismo.
A los sospechosos, en prisión preventiva desde el 24 de febrero, se les imputa, entre otros cargos, los delitos de “homicidio calificado con alevosía, uso indebido de arma orgánica, asociación para delinquir y obstaculización a la administración de justicia a favor de un grupo de delincuencia organizada”.
Venezuela es escenario desde el 4 de febrero de protestas iniciadas por estudiantes del oeste contra la inseguridad, las cuales se extendieron al resto del país apoyadas por sectores opositores radicalizados.
El rechazo de la Mesa se produjo después de que el principal opositor y excandidato presidencial, Henrique Capriles, le quitó credibilidad al diálogo, al cual calificó como una comparsa.
Propuesta de diálogo. En cambio, Maduro, heredero político de Hugo Chávez, recibió confirmación de la asistencia al diálogo del Episcopado católico y de Fedecámaras, conjunto de gremios del sector empresarial.
Fedecámaras se ha opuesto a la orientación de la Revolución bolivariana, y el chavismo la acusa de estar presente en todos los intentos de golpe que, de acuerdo con el oficialismo, se han producido en los últimos años.
La participación del Episcopado fue precedida por un llamado del papa Francisco para que cese la violencia y que el pueblo venezolano se movilice para favorecer la reconciliación nacional.
También el secretario general de la ONU, Ban-Ki moon, llamó al Gobierno y la oposición en Venezuela a realizar gestos concretos para bajar la polarización