Esta resolución, presentada por el Reino Unido y Jordania, fue adoptada por unanimidad por los 15 integrantes del Consejo.
El embajador británico, Mark Lyall Grant, se congratuló por el “mensaje fuerte y unitario” del Consejo, mientras que su homóloga jordana, Dina Kawar, dijo que espera que Yemen pueda “evitar caer en el pozo”.
Antes de esta votación, los hutíes habían expresado el domingo que estaban determinados a continuar ocupando el poder, no obstante las presiones que ejercen el Consejo de Seguridad, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la Liga Árabe.
Este último organismo convocó para el miércoles una reunión de sus dirigentes encargados de seguir la situación en Yemen.
Las milicias chiitas deben además “liberar al presidente (Abd Rabbo Mansur) Hadi, a su primer ministro, Jaled Bahah, y a los integrantes del gabinete”, quienes permanecen recluidos en prisión domiciliaria.
El Consejo pidió a todos los protagonistas de la crisis que “aceleren” las negociaciones y fijen una fecha para un referendo constitucional y elecciones.
La resolución contempla por otra parte la posibilidad de sanciones –pudorosamente presentadas como “medidas suplementarias”– contra quienes no respeten su decisión, pero no va tan lejos como lo deseaban los países del CCG, que el sábado reclamaron la aplicación de medidas coercitivas en función del capítulo 7 de la Carta de la ONU .
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