Washington. AFP, AP. La campaña de ataques aéreos en Irak para combatir a los yihadistas y ayudar a los civiles es un “proyecto a largo plazo”, que podría prolongarse durante varios meses.
Lo advirtió ayer el presidente Barack Obama, quien añadió que no daría “un calendario preciso” de la intervención, que incluyó nuevos golpes de la aviación en el norte del país para defender a la minoría kurdoparlante yazidí , afirmó el Pentágono el segundo día de su campaña militar.
Estados Unidos decidió acudir en apoyo del Gobierno de Bagdad, que hace frente a una fuerte arremetida del Estado Islámico (EI) , la cual ha generado un masivo éxodo de cristianos, yazidíes y otras minorías a las que conmina a adherirse a su versión radical del islam o sufrir fuertes represalias, entre ellas los asesinatos.
Obama, en conferencia de prensa, manifestó que es imperativo establecer un Gobierno creíble en Bagdad, tras los cuestionamientos al primer ministro saliente, Nuri al-Maliki por sus políticas excluyentes de las minorías, entre ellos los sunitas.
Cuando las fuerzas iraquíes preparaban una contraofensiva apoyada por Estados Unidos, Obama resaltó que la operación en Irak podría durar “meses”.
Mostró confianza en que Estados Unidos podrá impedir que los militantes del EI lleguen a las montañas y “masacren a la gente que se refugió allí”.
“Pero el próximo paso, que será complicado logísticamente, es cómo logramos un pasaje seguro para la gente debajo de la montaña y dónde podemos relocalizarla en última instancia para que esté segura”, explicó.
“No creo que vayamos a resolver este problema en unas semanas”, insistió Obama. “Esto tomará tiempo”, añadió, y precisó que Estados Unidos decidió intervenir porque el avance del EI fue “más rápido” de lo esperado por los servicios de inteligencia.
Acción desde el aire. Durante el día, cazas estadounidenses y aeronaves no tripuladas lanzaron cuatro ataques contra el Estado Islámico que disparaban indiscriminadamente contra civiles de la minoría yazidí refugiados en las montañas Sinjar, informó el Comando Central de Estados Unidos.
Fue la tercera ofensiva desde que el presidente Obama autorizó el jueves estas operaciones.
El apoyo militar ayudó a abrir un paso para vuelos que dejaron caer provisiones y agua sobre miles de refugiados que sufren hambre en la zona de Sinjar.
Aviones de carga estadounidenses, iraquíes y británicos arrojaron toneladas de alimentos, agua, tiendas y otros materiales para los refugiados. El Ministerio de Defensa de Irak mostró un video en el que se aprecia a personas refugiadas en las montañas que corren para recoger agua y comida lanzados desde aviones C130 del Gobierno iraquí.
Al menos 56 niños han muerto de deshidratación en las montañas, informó el sábado el vocero del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( Unicef) en Irak, Karim Elkorany, a The Associated Press (AP).