Tikrit
Catorce miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes, entre ellos once personas encargadas de la protección de oleoductos, fueron asesinados a balazos el jueves en el noroeste del país, según fuentes médicas y de seguridad.
En total, al menos 24 personas murieron este jueves en el país, entre ellas 20 miembros de las fuerzas de seguridad, según un balance establecido por la AFP.
El ataque más sangriento, cometido por un grupo no identificado, tuvo lugar en una carretera entre Haditha y Baiji, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, donde 11 milicianos encargados de la protección del oleoducto que atraviesa esta región y tres soldados fueron asesinados, según el teniente coronel Majed Salah al Nemraui y el doctor Omar Adel.
En Bagdad, al menos tres personas murieron, entre ellas un policía, y seis resultaron heridas por la explosión de un coche bomba conducido por un kamikaze, según fuentes de seguridad.
Tres policías murieron y nueve resultaron heridos en ataques cometidos contra comisarías en Jaldiah, cerca de Ramadi, y en Faluya, en el oeste del país, donde al menos dos kamikazes murieron al hacer explotar las bombas. Un extremista fue abatido en un intercambio de disparos, según las mismas fuentes.
En Mosul (norte), un soldado fue asesinado delante de su casa, mientras que un policía murió y otro resultó herido por la explosión de una bomba. En el sur de esta ciudad, también fue abatido un hombre, según la policía y fuentes médicas.
Estos hechos elevan a 225 el número de personas muertas en episodios violentos en Irak desde principios de mes, según un balance elaborado por la AFP.