Sao Paulo
Los trabajadores del metro de Sao Paulo, ciudad que acoge el partido inaugural del Mundial 2014, iniciarán una huelga indefinida a partir de mañana jueves, en una nueva paralización que sacude a Brasil antes del puntapié inicial del torneo en una semana.
El paro, que debe afectar a unos 4,5 millones de usuarios en la capital económica de Brasil, inicia a partir de la media noche de este jueves, hora local, informó un portavoz del sindicato.
El metro es uno de los medios de transporte más usados para ir al estadio mundialista Arena Corinthians, donde unos 12.000 integrantes del Movimiento de los Trabajadores sin Techo (MTST) marcharon este miércoles para exigir la construcción de viviendas sociales.
Sao Paulo, con 20 millones de habitantes en su área metropolitana, amanecerá el jueves con todas las estaciones del metro cerradas. El tren suburbano trabajará normalmente.
La decisión se tomó luego de fracasadas las negociaciones por un aumento salarial de 16,5% con la empresa que opera el sistema.
El sindicato, que representa a unos 9.700 trabajadores, rechazó una propuesta de aumento de 8,7% y amenzó con no volver al trabajo hasta que no haya sobre la mesa una oferta de al menos 10% de incremento.
"Si hay dinero para el Itaquerao (como se conoce popularmente el Arena Corinthias) y el Mundial, ¿cómo no tienen dinero para el transporte público?", zanjó el presidente del sindicato, Prazeres Juniors, en una asamblea en la que prometió una huelga histórica.
Los trabajadores del metro estaban en estado de huelga desde la semana pasada.
Brasil enfrenta una creciente efervescencia social a medida que se acerca la Copa del Mundo. Sindicatos de profesores y choferes, entre otros, han paralizado sus actividades en reclamo de demandas laborales.
Una paralización de conductores de buses, el 20 de mayo, generó caos en el tránsito de esta ciudad, donde se disputará el partido inaugural Brasil-Croacia, el 12 de junio.
El Metro informó que está abierto al diálogo para llegar a un acuerdo con los trabajadores y que confía en el sentido común del gremio para no perjudicar a la población.