Alepo, Siria. AFP, AP Los últimos médicos en ejercicio en los barrios rebeldes de Alepo describieron en una carta al presidente estadounidense, Barack Obama, su impotencia frente a la muerte, en un momento de violentos combates entre el régimen sirio y los insurgentes.
Paralelamente, la Organización de Naciones Unidas (ONU) reiteró que la “ventana humanitaria” de tres horas diarias propuesta por Rusia, es insuficiente y pidió ampliarla para aliviar a la sufrida población de esta ciudad de Siria, dividida desde 2012 entre el régimen y los insurgentes.
En una carta abierta, 15 de los 35 médicos presentes en los barrios bajo control de los insurgentes alertan de que la situación sería desesperada para los civiles, si el régimen sirio de Bashar al Asad impone un nuevo bloqueo. El sábado, una alianza de rebeldes islamistas consiguió romper tres semanas de un aislamiento que había provocado un aumento vertiginoso de los precios de los productos básicos.
Para los médicos, no obstante, la situación sigue siendo desesperada.
“Sin la apertura permanente de una ruta de abastecimiento, las fuerzas del régimen nos asediarán de nuevo dentro de poco, la hambruna se propagará y los productos de los hospitales se agotarán por completo”.
Ningún esfuerzo. En su carta, lamentan la actitud de Estados Unidos, que “no realiza ningún esfuerzo para levantar el cerco o usar su influencia para presionar a los bandos para que protejan a los civiles”. “No necesitamos ni lágrimas, compasión ni oraciones. Demuestren simplemente que son amigos de los sirios”, dijeron. Uno de los firmantes, Abu al Baraa, relató: “La falta de equipos o de cuidados ha provocado la muerte de niños y de heridos en nuestros brazos sin podamos ayudarlos. A causa de las capacidades limitadas, nos vemos obligados a asistir a la agonía de los niños”.
Hoy, 250.000 personas viven en las zonas rebeldes y 1,2 millones en los barrios controlados por el Gobierno en la ciudad de Alepo, la segunda de Siria y uno de los principales objetivos de un conflicto que ha dejado más de 290.000 muertos desde marzo del 2011.
Insurgentes y fieles al presidente sirio, Bashar al Asad, se preparan para una nueva batalla con el fin de tomar el control total de la ciudad.
En un sorpresivo gesto, Turquía propuso a Rusia realizar operaciones conjuntas en Siria contra el Estado Islámico (EI), a pesar de que Ankara y Moscú han mantenido posturas totalmente opuestas hasta la fecha, con el primero apoyando a los rebeldes, y el segundo, a Damasco.
No obstante, ambos países iniciaron un acercamiento en días recientes y el jueves, una delegación de tres responsables turcos en representación del Ejército, la Inteligencia y las Relaciones Exteriores, estaba en Rusia para discutir sobre Siria, dijo el canciller turco, Mevlüt Cavusoglu.
Cloro. Al menos tres personas murieron por un bombardeo del Gobierno en un barrio rebelde de Alepo, en un supuesto ataque con gas cloro, según dijeron un rescatista sirio y activistas de la oposición. Sin embargo, el Gobierno niega haber utilizado bombas con cloro.
En el ataque del miércoles sobre el barrio oriental de Zabadieh, se lanzaron al menos cuatro bombas de barril; una habría liberado el gas cloro.
Un padre rememoró los dramáticos minutos que pasó luchando por respirar, refugiado con su familia en los últimos pisos de un edificio.