Kabul
La mayor parte de Kabul lleva más de una semana a oscuras después de que los talibanes destruyeran una torre de alta tensión que suministra electricidad a la capital afgana y que la compañía eléctrica no sabe aún cuándo podrá reparar, informó a EFE una fuente de la empresa.
Alrededor del 70% de la ciudad, de unos cuatro millones de habitantes, sigue sin luz desde el martes de la semana pasada, dijo el jefe de la Oficina Comercial de la firma Da Afghanistan Breshna Sherkat (DABS), Mirwais Alami.
"Necesitamos 600 megavatios para Kabul, pero actualmente solo tenemos 180 y nuestra máxima prioridad ha sido proporcionar de forma regular electricidad a centros de salud", explicó.
Alami afirmó que el año pasado Kabul estuvo sin suministro varios días por daños en el tendido eléctrico ocasionados por una avalancha, pero es la primera vez que se produce esta situación por el conflicto armado que atraviesa el país desde hace más de 14 años.
"Este incidente no tiene precedente en los últimos años (...), no esperábamos que los talibanes destruyeran nuestras torres", comentó.
Los técnicos enviados a reparar la instalación dañada en la provincia nororiental de Baghlan regresaron ayer tras ser atacados por insurgentes "desde tres direcciones", además de haber colocado minas terrestres alrededor de la torre, relató Alami.
Ese responsable de la compañía indicó que los técnicos no volverán hasta que sean retirados los explosivos y tanto el Gobierno afgano como los talibanes garanticen su seguridad.
"Hay informaciones de que los militantes destruyeron una segunda torre también y, si es verdad, entonces llevará una o dos semanas instalar las dos torres, mientras tampoco sabemos cuándo se nos permitirá empezar el trabajo", sentenció.
El portavoz de los talibanes Zabihullah Mujahid aseguró en un comunicado que los insurgentes no han destruido estas instalaciones y nunca han planeado este tipo de ataques, pese a controlar desde hace tiempo zonas por las que discurre el tendido hacia Kabul.
Mujahid manifestó que los insurgentes garantizarán la seguridad de los operarios que sean enviados a reparar las torres que fueron "destruidas por el enemigo" , en referencia a tropas afganas que luchan contra ellos en la zona.
En junio de 2015, los talibanes cortaron durante días el suministro a la provincia oriental de Nangarhar y reclamaron una suma de dinero a cambio de permitir la restauración de la electricidad.