Buenos Aires. AFP. El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, fue procesado por cohecho y negociaciones incompatibles en una causa judicial por corrupción cuando era ministro de Economía, por lo que la oposición solicitó que se aparte del cargo.
Boudou , de 51 años, se convierte así en el primer vicepresidente en funciones de la historia argentina en ser procesado en un caso de corrupción, pero anticipó que apelará el fallo.
La medida judicial asesta un golpe al gobierno de centroizquierda de Cristina Fernández, cuando enfrenta una situación delicada en medio de la pelea judicial con fondos especulativos en Estados Unidos .
“Para el gobierno, es un golpe muy duro. Hay mucha atención al contexto político”, dijo ayer el analista Rosendo Fraga, de la consultora Nueva Mayoría, en declaraciones al canal Todo Noticias.
La presidenta, que hasta ahora ha respaldado a Boudou, no se refirió al tema.
Boudou se encuentra de viaje oficial en Cuba y tiene previsto asistir el martes en Panamá a la investidura del presidente electo Juan Carlos Varela, y aún se desconoce si mantendrá la agenda.
El juez federal Ariel Lijo dictó el procesamiento sin prisión preventiva y ordenó un embargo sobre sus bienes por 200.000 pesos (unos $25.000) informó pasada la medianoche del viernes el Centro de Información Judicial (CIJ).
Por su condición de vicepresidente y titular del Senado, Boudou goza de privilegios; y solo los perdería si renunciara o fuera destituido por juicio político. Entonces, puede ser juzgado pero no detenido.
Acusaciones. Lijo acusa a Boudou de haberse quedado, a través de la empresa fantasma The Old Found, con el 70% de la empresa Ciccone, que tiene el monopolio de la impresión del papel moneda, a cambio de intervenir para evitar su quiebra en el año 2010, cuando era ministro de Economía.
El abogado de Boudou, Diego Pirota, anticipó ayer que apelará ante la Cámara Federal el procesamiento probablemente el próximo viernes y denunció “hostilidad” por parte del juez contra su cliente.
“Hablé con Boudou y no nos sorprendió para nada el procesamiento”, dijo el letrado a radio América y advirtió que lo jurídico no le interesa a nadie, y que la disposición parece un cuento de hadas contado en forma fantástica.
Horas antes de conocerse el procesamiento dictado en un horario inhabitual, Boudou solicitó, por medio de su abogado, una nueva audiencia para ampliar su declaración indagatoria del 9 de junio pasado cuando se le interregó como imputado por más de siete horas.
Lijo fijó fecha para el 16 de julio, cuando se prevé que Boudou esté a cargo del Ejecutivo, porque Fernández debería estar en Brasil para participar en una cumbre.
El vicepresidente sostuvo que es víctima de una campaña de medios de comunicación y asegura que demostrará su inocencia.
Por su parte, la oposición aplaudió el procesamiento y solicitó que Boudou sea apartado del cargo, cuando en Argentina crece paulatinamente la puja política en vistas a las elecciones presidenciales de octubre de 2015.
“Tener procesado al número dos del país no es una buena noticia”, opinó Ernesto Sanz, presidente de la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).