Tokio. AFP. El gobierno de Tokio intentaba ayer [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150123_0010]] disuadir al Estado Islámico [[END:INLINEREF]]de matar a dos rehenes japoneses, horas después de que venciera el plazo para el pago del rescate y a la espera de un comunicado inminente anunciado por un vocero del grupo Estado Islámico (EI).
“No ha habido ningún mensaje del EI”, dijo a la prensa el portavoz del gobierno Yoshihide Suga, y reconoció que “la situación es muy tensa”. El ultimátum de 72 horas expiró ayer, mientras la suerte de Haruna Yukawa y Kenji Goto seguía siendo una incógnita.
La cadena de televisión japonesa NHK , que se puso en contacto por Internet con un supuesto vocero del EI, difundió ayer un fragmento de una conversación en la que su interlocutor afirmaba que “se emitirá más tarde un comunicado”.
La madre del periodista independiente Kenji Goto, secuestrado supuestamente en octubre, rogó a las autoridades japonesas que ayudasen a su hijo. “Se lo suplico, señores del gobierno, por favor, salven la vida de Kenji”, dijo Junko Ishido en un comunicado.
El ministro de Exteriores, Fumio Kishida, declinó responder sobre contactos con el EI y destacó que “el gobierno seguía mandando mensajes por todos los medios para hacerse oír”.
“Lo que debemos hacer es utilizar todos los canales para reagrupar la información necesaria para liberar a los rehenes”, insistió Suga, repitiendo que Japón “no cederá a las amenazas terroristas”.
El primer ministro Shinzo Abe y el titular de Exteriores pidieron ayuda a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Turquía, Egipto, Australia e Italia para liberar a los rehenes.
La comunidad internacional presiona a Tokio para que no pague la totalidad ni una parte de los $200 millones.
Un islamólogo japonés, Ko Nakata, que pretende tener vínculos con Estado Islámico, propuso su mediación al gobierno y pidió a los yihadistas que prorroguen el plazo.