Bagdad.
El parlamento iraquí dio el visto bueno este lunes al gobierno de Haidar al Abadi, a falta de designar los ministerios clave de Defensa e Interior, que se encargará de hacer frente a los yihadistas del Estado Islámico (EI), contra quienes unos 40 países se movilizarán.
El nuevo primer ministro pidió una semana para designar los ministros de Defensa y de Interior, puesto que él ocupará de manera interina mientras tanto.
A pesar de ello, Abadi logró la aprobación del parlamento a su nuevo gobierno de unidad, que busca dejar atrás las divisiones creadas durante los mandatos del primer ministro saliente, el chiita Nuri al Maliki. Este último está acusado de favorecer la ofensiva de los yihadistas con su política autoritaria y de sesgo confesional contra la minoría sunita.
Abadi se comprometió el lunes ante el parlamento a solucionar también sus diferencias entre el gobierno central y la región autónoma del Kurdistán iraquí (norte).
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que la coalición contra el EI está destinada a durar "meses e incluso años", al tiempo que celebró el comienzo de una nueva era en Irak con el nuevo gobierno de unidad.
El EI estará en el centro de la conversaciones que Kerry mantendrá a partir del martes en Oriente Medio, la víspera de la presentación del "plan de acción" estadounidense contra los yihadistas.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, saludó el lunes la aprobación del nuevo gobierno iraquí. La decisión del Parlamento de aprobar este nuevo gobierno constituye un "paso hacia las estabilidad política y la paz" en Irak, estimó Ban, citado por su portavoz.
El secretario general también hizo un llamado a todos los dirigentes políticos iraquíes a "continuar colaborando y tomar sin demoras una decisión" sobre la designación de los ministros de Defensa e Interior.
Muertes y enfrentamientos. En el terreno, al menos 18 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en un doble atentado suicida y en enfrentamientos, tras el lanzamiento de un asalto por parte de hombres armados contra Dhuluiya, a 90 km al norte de Bagdad.
Algunas fuentes afirmaron que el ataque, repelido según un oficial de policía, lo llevó a cabo el EI, que intenta desde hace semanas retomar el control de esta localidad.
Para ayudar al ejército federal y a las fuerzas kurdas a retomar los territorios perdidos, Estados Unidos amplió sus bombardeos a la provincia de Al Anbar (oeste), de mayoría sunita, controlada parcialmente por el EI.
Gracias a los bombardeos, las fuerzas iraquíes, con el apoyo de tribus sunitas, lanzaron una importante ofensiva contra el EI en la región de Haditha, donde hay una importante represa.
En la vecina Siria, a pesar de que el EI también controla amplias zonas, los países occidentales excluyen por el momento colaborar con el régimen de Bashar al Asad, que continuó este lunes sus ataques aéreos contra las localidades en manos de los yihadistas en el norte y este sirio.
Al menos 69 civiles, entre ellos 18 niños, perecieron en los dos últimos días en bombardeos en las provincias de Raqa y Deir Ezor, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El nuevo enviado de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, visitará el martes por primera vez el país tras el fracaso de su predecesor Lajdar Brahimi para poner en la mesa de negociación al régimen y a la oposición.