Yuba, Sudán del Sur
Investigadores de la Unión Africana localizaron fosas comunes en Sudán del Sur y detallan espantosos crímenes contra la población civil, incluyendo canibalismo forzoso, según recoge un informe del ente.
El reporte, publicado este martes en la noche, niega la existencia de un intento de golpe de Estado del exvicepresidente Riek Machar en diciembre de 2013.
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Los investigadores de la Unión Africana, liderados por el expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo, determinaron que el conflicto comenzó con una escaramuza entre miembros de la guardia presidencial en la capital Yuba, a la que siguieron asesinatos de civiles y soldados de etnia nuer, organizados por el gobierno. El presidente Salva Kiir es de la etnia dinka y Machar es nuer.
Cientos de hombres nuer fueron reunidos y baleados. El informe dice que los ejecutores del plan —descritos como fuerzas del gobierno o sus aliados— torturaron a las víctimas, forzando a algunas a comer carne humana.
"Los asesinatos fueron una operación militar organizada que no podría haber tenido éxito sin esfuerzos concertados de varios actores en los círculos militares y de gobierno", dijo el informe.
"Se establecieron puntos de control en carreteras alrededor de Yuba y las fuerzas de seguridad hicieron registros casa por casa. Durante esta operación, los varones nuer fueron perseguidos, identificados, asesinados en el acto o reunidos en un punto y asesinados", añadió.El ministro de Defensa, Kuol Manyang Yuuk, describió a un oscuro grupo organizado por sí mismo como Rescaten al Presidente. "Es el que mató a más gente aquí (en Yuba) entre el 15 y el 18. Fue incluso más poderoso que las fuerzas organizadas", señaló el informe.
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El grupo incluía algunos soldados dinka movilizados tras una crisis de frontera en 2012 con su vecino del norte, Sudán. Algunos de esos soldados fueron trasladados en 2013 al sur, a la granja privada de Kiir cerca de Yuba, y más tarde participaron en los asesinatos, dijo el informe citando entrevistas con informantes.
En medio de la violencia en Yuba, Machar huyó de la capital y movilizó una insurgencia que cometió ataques de represalia contra los dinka, desencadenando una espiral de violencia en Bor, Malakal y las localidades de Bentiu, donde también se registraron violaciones y asesinatos contra personas en iglesias y hospitales, según el informe. Esos ataques de represalia fueron tan rápidos que probablemente también estaban coordinados, indicó el documento.
Kiir y Machar firmaron un acuerdo de paz en agosto, pero los combates continúan.